La intervención quirúrgica a la que fue sometido el Papa Francisco este miércoles se desarrolló sin complicaciones y duró al menos tres horas, informó el Vaticano.
El Papa fue sedado completamente y se le practicó una “laparotomía y cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis”, expuso el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, al comunicar las novedades sobre la operación del Papa.
“El Papa está bien, es la noticia que todos esperaban”, dijo el profesor Sergio Alfieri, médico cuya equipo operó al Pontífice y que acompañaba a Bruni en una breve conferencia de prensa realizada desde el hospital Gemelli, en Roma.
Durante la operación se retiraron adherencias que tenía el Santo Padre en el intestino, producto de una operación quirúrgica que se le practicó hace años, es decir, se hizo la extirpación de una hernia que se había formado en la pared del intestino debido a una operación anterior, explicó Alfieri.
“El Santo Padre está bien, está despierto y trabajando”, añadió.
Se prevé que el Papa Francisco podría estar hospitalizado al menos 10 días.
Según información previa difundida por la oficina de prensa de El Vaticano, la operación había sido “concertada en los últimos días por el equipo médico que asiste al Santo Padre” y fue “hecho necesario debido a una hernia incisional encarcelada que está causando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran”.