El deterioro del planeta avanza intensamente sin que los seres humanos modifiquemos patrones de relación con la naturaleza, de alimentación y consumo que dañan gravemente a nuestra casa: la Tierra, alertó el exrector de la UNAM y ecólogo José Sarukhán Kermez.
Los factores que de raíz afectan al ambiente son la pérdida de ecosistemas y sus servicios, lo que se conoce como biodiversidad, así como el cambio climático global; ambos modifican el equilibrio natural de los ecosistemas, además de que están estrechamente relacionados con el bienestar humano, precisó.
El también fundador de instancias como el Instituto de Ecología de la UNAM y de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad destacó el desgaste que la sociedad ha generado al imponer sus formas de vida, durante la conferencia “El planeta: por qué importa hablar de medio ambiente y biodiversidad”, que ofreció en la Casa Universitaria del Libro.
Cada vez aumenta más la población, hay mayor demanda de recursos y de energía, así como de tecnologías utilizadas. En este orbe han existido miles de millones de seres humanos en cerca de 250 mil años, abundó.
“Han vivido y muerto, antes que nosotros, alrededor de 100.8 mil millones de personas, 14 veces más de los que estamos vivos, 7.6 mil millones. Representamos un siete por ciento del total de Homo sapiens, y en dos siglos hemos generado más destrucción ambiental que en todo el tiempo en que nuestra especie ha estado presente”, aseveró.
Con respecto al cambio climático, puntualizó que la tasa anual de cambio de dióxido de carbono (CO2) sigue creciendo; tiene una vida mayor a cien años en la atmósfera. Si hoy se suspendieran todas las emisiones de CO2, sus efectos en el calentamiento global durarían por un siglo más. Además, varios de las alteraciones en los ecosistemas (glaciares, arrecifes, selvas, bosques) son irreversibles en una escala humana.
De acuerdo con Sarukhán Kermez sostener a la población mundial en las condiciones actuales requeriría un planeta y medio. A los niveles actuales de consumo, para 2050 necesitaremos cuatro como la Tierra, enfatizó.
En cuanto a la producción de plástico, dijo que era de 2.3 millones de toneladas en 1950, y de 448 millones en 2015. “Se han generado hasta 2,015.7 millones de toneladas de basura plástica, de la cual solo nueve por ciento se recicló, 12 por ciento se incineró y 79 por ciento se ha acumulado en el ambiente, principalmente en los océanos”.
Informó que se producen y venden en el orbe cerca de un millón de botellas de plástico cada minuto; se estima que éste puede durar desde 450 años hasta indefinidamente.
Datos a incorporar
Para el científico, un problema grave es que no tenemos incorporados a nuestra cultura hechos como:
Que somos una especie animal más (Homo sapiens), producto de la evolución, genéticamente relacionada con las demás que han vivido y viven en la Tierra; hay leyes físicas y biológicas que regulan su funcionamiento y el de sus habitantes, las cuales violamos o ignoramos todo el tiempo, cuyo resultado llamamos “problemas ambientales”.
También que los recursos “a nuestra disposición” son finitos, y que las formas y estilos de vida crearon desigualdades sociales enormes.
“Sin una participación social informada y proactiva, no lograremos cambios serios que aminoren y/o detengan el deterioro ambiental antes de que los costos sociales, de dignidad humana y pérdida de bienestar sean inaceptables”, apuntó.
Entre las acciones personales y sociales para amortiguar el cambio ambiental global, el experto sugirió: hacer oír nuestra voz informada a los responsables en el gobierno; reducir el consumo de carne roja (res) y lácteos; usar más el transporte público; disminuir el uso de energía doméstica; así como visitar, apoyar y proteger las áreas naturales protegidas, y comentar con los familiares y amigos los logros en estos aspectos.