El Banco de México (Banxico) anunció en su más reciente reunión que mantendrá inalterada la tasa de interés en el 11.25%, marcando así su quinta decisión consecutiva de congelar las tasas.
Este nivel es el más alto en la historia del banco central, y la institución adelantó que planea conservarlo “por cierto tiempo”.
La decisión fue unánime entre los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico y estuvo en línea con las acciones de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que recientemente optó por mantener sus tasas en un rango del 5.25% al 5.5%.
A pesar de reconocer avances en el proceso desinflacionario en el país, Banxico destacó que el panorama económico aún presenta desafíos.
El comunicado oficial señala que, aunque han mejorado las expectativas de inflación para el año 2023, persisten riesgos que podrían afectar la estabilidad económica.
La decisión del banco central coincide con el anuncio de que la inflación general en octubre disminuyó al 4.26%, su nivel más bajo desde febrero de 2021.
Este descenso contrasta con el índice del 7.82% registrado en diciembre del año anterior, que marcó la mayor tasa para un cierre de año en lo que va del siglo.
Banxico ajustó a la baja su pronóstico para la inflación general, estimando ahora un promedio anual del 4.4% en el último trimestre de 2023, frente a la proyección anterior del 4.7%.
Sin embargo, mantiene su expectativa para el cierre de 2024, donde se espera que la inflación promedie un 3.4%.
El banco central argumenta que, a pesar de los avances en el proceso desinflacionario, se requerirá mantener la tasa de referencia en su nivel actual para lograr una convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta del 3%.
Entre los riesgos identificados se encuentran la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, la depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, la posibilidad de que la economía demuestre una resiliencia mayor a la esperada, y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.
Banxico concluyó advirtiendo que el balance de riesgos respecto a la trayectoria prevista para la inflación se mantiene sesgado al alza.
La próxima decisión sobre política monetaria, la última del año, se llevará a cabo el 14 de diciembre.
