El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó que exista conflicto de interés entre su hijo Andrés Manuel López Beltrán y Amílcar Olán, un empresario que recibió 304 millones de pesos en contratos por parte del gobierno de Quintana Roo.
Luego de que una investigación del portal Latinus revelara que López Beltrán supuestamente intervino para que Olán obtuviera dichos contratos por su relación de amistad, el presidente defendió a su hijo al enfatizar que no se han presentado pruebas materiales que comprueben el supuesto influyentismo de López Beltrán.
“Si demostraran que él es socio de la empresa, que hay un escrito en donde él pide al gobierno de Quintana Roo que le den el contrato, él recomienda, o así como escucha Claudio X. González y sus secuaces por teléfono, porque hacen espionaje, que den a conocer la grabación en donde Andrés le pide el favor a un funcionario para que le entreguen el contrato, nada, es nada más porque supuestamente es amigo del que recibe el contrato”, dijo.
En su conferencia matutina, el mandatario enfatizó que ni él ni su hijo han incurrido en actos de corrupción. Además, aprovechó para acusar a Carlos Loret de Mola, quien presentó la investigación, de corrupción y de “hacerse rico con periodismo mercenario”.
“Que presenten las pruebas, y sobre todo, que presenten denuncia penal, pero no hay nada, es que están enojadísimos porque se les está cayendo por completo el tinglado, todo el régimen de corrupción, se está desplomando, eso es lo que está pasando, están desesperados”, concluyó.
De acuerdo con la investigación, con el gobierno de Morena en Quintana Roo la empresa Romedic, dedicada a la distribución de medicamentos y propiedad de Amílcar Olán, facturó en 2021 un total de 73 millones de pesos, y para 2023 facturó 304 millones de pesos.