La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lanzó la madrugada de este lunes la primera misión lunar desde Latinoamérica.
La misión, denominada COLMENA, fue diseñada y construida en el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM y comenzó su viaje de 400 mil kilómetros hacia la Luna a bordo de la nave Peregrin de la empresa Astrobotic.
El cohete Vulcan Centauro, que lleva la carga, despegó desde Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos.
Gustavo Medina Tanco, responsable de la Misión COLMENA y del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del ICN, destacó la complejidad de la tarea, considerando que explorar la Luna es una de las actividades más desafiantes para la civilización humana en la actualidad.
Toda la carga útil, desarrollada en el LINX, fue sometida a pruebas extensivas en México y Estados Unidos antes de ser integrada en la nave Peregrin y montada en el cohete Vulcan Centauro, según explicó Medina Tanco.
El proyecto ha sido un éxito para México, con la participación de aproximadamente 250 jóvenes universitarios de la UNAM, así como del Instituto Politécnico Nacional y otras instituciones de diferentes regiones del país.
A nivel técnico, la misión enfrentó con éxito el desafío de miniaturizar los sistemas robóticos, marcando a México como un actor destacado en el sector espacial internacional.
La misión COLMENA consiste en cinco micro robots de 12 centímetros de diámetro y menos de 60 gramos de masa cada uno, junto con un módulo de despliegue y telecomunicaciones llamado TTDM, con una masa total de 600 gramos.
Sus objetivos incluyen estudiar los problemas enfrentados por estos artefactos en el ambiente espacial y analizar la capa de polvo lunar conocida como regolito.
Se espera que la nave se separe del cohete aproximadamente hora y media después del lanzamiento, con un viaje hacia la Luna que durará de cuatro a seis semanas.
Una vez allí, la nave procesará los datos de los robots y facilitará la comunicación entre ellos y el centro de control en Tierra, ubicado en el ICN.
COLMENA es parte de una serie de misiones que la UNAM está desarrollando para fortalecer su presencia en la exploración espacial.
Entre ellas, se destaca el próximo proyecto Nano-SWAI Space Weather Artificial Intelligence, un satélite que observará la Tierra para obtener información crucial sobre el agua, la deforestación, la actividad solar y más.
Gustavo Medina Tanco subrayó que estos esfuerzos forman parte del compromiso de la UNAM con la sociedad mexicana, buscando impulsar el crecimiento y el bienestar sustentable mediante la ciencia y la tecnología. Además, el proyecto ha recibido apoyo de la Agencia Espacial Mexicana y diversas empresas nacionales y extranjeras.
La universidad tiene planes de realizar dos misiones adicionales a la superficie lunar y, eventualmente, a un asteroide para desarrollar tecnología destinada a la minería de metales preciosos o tierras raras.
Estas iniciativas están alineadas con la estrategia de LINX para posicionar a México como un actor destacado en el nuevo espacio, tanto en órbitas bajas como en la exploración lunar.
La meta para 2030 es consolidar la presencia mexicana en la investigación espacial.