El Tri complica su pase en la Nations League tras errores defensivos y un tenso final en San Pedro Sula.
La Selección Mexicana vivió una noche amarga al perder 2-0 ante Honduras en el estadio Francisco Morazán, en la Ida de los Cuartos de Final de la Concacaf Nations League.
A la derrota, marcada por un doblete de Luis Palma, se sumó un desafortunado incidente en el que el técnico Javier Aguirre terminó con la cabeza ensangrentada tras recibir un botellazo desde las gradas.
Desde el inicio, México enfrentó dificultades para imponer su estilo de juego. Javier Aguirre presentó una alineación con Guillermo Ochoa en la portería, dejando fuera a Ángel Malagón, mientras que Henry Martín fue enviado a la tribuna.
El equipo mexicano tuvo pocas oportunidades claras en un primer tiempo discreto, destacando un disparo de Raúl Jiménez al 21’ y un tiro desviado de Jorge Sánchez al 37’.
En la segunda mitad, el Tri intentó reaccionar, pero los errores defensivos resultaron costosos, al 63’, César Montes falló en un despeje, lo que permitió que Edwin Rodríguez rematara; aunque Ochoa desvió, el balón quedó en los pies de Luis Palma, quien marcó el primer gol.
Más tarde, al 83’, Palma cerró la cuenta con un disparo preciso al poste izquierdo tras dejar atrás a Jorge Sánchez.
El ambiente hostil en San Pedro Sula alcanzó su punto más crítico al final del encuentro, cuando Aguirre fue alcanzado por un objeto lanzado desde la tribuna, lo que le provocó una herida visible en la cabeza.
Las imágenes del técnico mexicano ensangrentado recorrieron rápidamente las redes sociales, aumentando la tensión tras un resultado que deja al Tri contra las cuerdas.
Con un lleno asegurado en Toluca para el juego de Vuelta, México está obligado a remontar para mantenerse con vida en el torneo, enfrentando un escenario complicado tanto en lo futbolístico como en lo emocional.