Uno de los compositores más importantes del siglo XX es Joaquín Rodrigo, quien este 6 de julio cumple 20 años de haber fallecido.
Nacido en Sagunto, España, el 22 de noviembre de 1901, Rodrigo es reconocido como uno de los máximos exponentes de la música en su país. Por cierto, el 22 de noviembre es día del músico.
Joaquín Rodrigo Vidre perdió parcialmente la vista cuando era niño tras contraer difteria. El hecho, que limito dicho sentido, lo hizo desarrollar otros, como el del oído, y aseguró que esto lo orilló a dedicarse a la música.
Estudió con gente de la talla del ruso Ígor Stravinski, el francés Maurice Ravel y su compatriota Manuel de Falla.
Fue gracias a las contribuciones del maestro que la guitarra española se consagró como instrumento de concierto, pues durante siglos había sido relegado y considerado de poca importancia. Músicos como Francisco Tárrega y Joaquín Rodrigo compusieron varias piezas clásicas con la finalidad de dar importancia al instrumento.
El compositor se dedicó también a componer canciones, zarzuelas y óperas, pero su máximo reconocimiento fue gracias a la obra El Concierto de Aranjuez, dado a conocer en 1940 en Barcelona, cuando España vivía atorada en el franquismo. El famoso concierto se compone de tres movimientos: Allegro con spirito, Adagio y Allegro gentile.
El segundo es el más conocido de los tres, con la guitarra clásica como instrumento protagónico. Fue escrito para los jardines del Palacio Real de Aranjuez, la residencia primaveral del rey Felipe II en la segunda mitad del siglo XVI, con la intención de evocar la libertad y frescura campirana.
Rodrigo compuso su máxima obra en 1939 cuando se encontraba en Francia, entre la guerra civil de su país y el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Al trascender sus fronteras, la pieza ha sido ejecutada por un sinfín de músicos renombrados, desde Miles Davis hasta Brian May de Queen, pasando por los guitarristas Paco de Lucía y John Williams.
El 30 de diciembre de 1991, el Rey Juan Carlos I de España otorgó -apropiadamente- el título nobiliario de Primer marqués de los Jardines de Aranjuez a Joaquín Rodrigo por su contribución al arte y la cultura.
Rodrigo se casó con la pianista Victoria Kahmi el 19 de enero de 1933 y vivieron juntos hasta la muerte de ella, en 1997, a la edad de 92. El compositor murió dos años después, a los 99. Tuvieron una hija en 1941, llamada Cecilia. Tanto Joaquín como su esposa, yacen en el cementerio de Aranjuez, en España.
Otras obras notables incluyen Fantasia para un gentilhombre, El Concierto andaluz y Sonata a la española, entre decenas más. Hoy, además de celebrar la vida de Joaquín Rodrigo, a 20 años de su muerte, celebramos su música y el arte en sí.
