Si para remedios, las abuelas mexicanas se pintan solas, ¿ajo, huevo y un hilo rojo?, algunos remedios tienen pinta de no servir, pero resulta que muchos dicen que sí.
Cuando se trata de encontrarle la cura al cuerpo, siempre hay una opción en mente, ¿qué haría mi abuela?, la respuesta pocas veces incluye el médico, pero sí lo es ir al mercado, la botica o al vivero.
¿Qué tal cuando agarras aire?, no hay más que pasar un huevo crudo por todo tu cuerpo, tan tan.
Si lo que tienes es el oído inflamado, tu abuela seguramente ya estaría preparando el cigarro o la vela, aunque este es irremediablemente inútil y peligroso.
Lo que sí está buenísimo es el aloe vera para las quemaduras, pues ayudará a aliviar el dolor y a la regeneración de la piel, siempre ten en casa la plantita y úsala cuando amerite.
Si de mosquitos hablamos, los piquetes pueden causar una comezón insoportable que dicen que al frotarles ajo natural, alivia la sensación y cura la roncha.
El famoso empacho no puede faltar y para ello, la abuela dice que no hay más que ser valiente porque te jalarán el cuero, de espaldas y con ambas manos, alguien tirará de tu piel… se siente tan mal como se lee.
El dolor de garganta o incluso la tos, requiere de la miel que tengas en la alacena, mezclada con limón, eso sí, la regla dicta que una vez ingerida no puedes ya ni beber agua.
¿Alguna vez viste a un bebé con un hilo rojo pegado con baba en la frente? Remedio para el hipo, según.
Pero si una de tus salidas está obstruida, o sea que estás estreñido, lo primero que debes tomar es un caldo de ciruela pasa, nomás las pones a hervir y te tomas el agua… si es muy grave el asunto, debes comerlo todo y agregar el té de gordolobo muy caliente.
Ahora que si de cruda hablamos, el remedio de la abuela es un plato de menudo bien caliente o chilaquiles muy picosos, ¿funciona? no, pero de que está sabroso, está sabroso.