Bolivia celebra este domingo una histórica elección judicial marcada por la desconfianza ciudadana y la pugna política entre el expresidente Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce.
El Tribunal Electoral convocó a 7.3 millones de votantes para elegir a 38 altos magistrados, en medio de impugnaciones que impiden la participación plena de varias regiones del país.
Oscar Hassenteufel, presidente del órgano electoral, reconoció la complejidad del proceso. “Esta elección judicial enfrenta un escenario político y social complejo, con intereses diversos que afectaron su desarrollo normal”, señaló.
Los ciudadanos renovarán el Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo, Consejo de la Magistratura y Tribunal Agroambiental, entre candidatos preseleccionados por el Parlamento.
La contienda electoral llega con un año de retraso y en un momento crítico. El Tribunal Constitucional recientemente prohibió una nueva candidatura de Evo Morales para 2025, mientras Luis Arce no confirma si buscará la reelección.
El sistema judicial boliviano enfrenta una profunda crisis de credibilidad. Según el World Justice Project, el país ocupa el puesto 131 de 142 naciones en cumplimiento de la ley.
Una encuesta de Ipsos revela que el 85% de la población en las principales ciudades confía poco o nada en el sistema de justicia.
Los primeros resultados parciales se conocerán la noche del domingo. Bolivia es el único país que elige a sus altos magistrados por voto popular, aunque México adoptará un sistema similar en 2025.
Con información de AFP