El hidrógeno, un elemento primigenio de la naturaleza, podría ser la clave para un futuro energético más limpio y eficiente, según Jaime Muñoz Flores, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante su conferencia Catalizadores de hidrógeno: Una alternativa viable para el desarrollo sustentable, el investigador explicó que el hidrógeno, al fusionarse sus átomos, da origen a todos los demás elementos, lo que lo convierte en una fuente energética abundante y fundamental para la vida.
El hidrógeno tiene un gran potencial para convertirse en un combustible renovable y limpio, ya que su conversión en energía es sencilla y no genera emisiones contaminantes.
Muñoz destacó que, a pesar de ser más eficiente que el litio en términos de almacenamiento de energía, y de la simplicidad de su proceso de obtención a través de la electrólisis del agua, el hidrógeno aún no está considerado como una opción clave en la estrategia nacional de energías renovables.
El proceso para obtener hidrógeno como combustible es limpio y directo: se utiliza agua, se aplica corriente eléctrica para separarla en hidrógeno y oxígeno, y el oxígeno se libera al ambiente sin causar daño.
El hidrógeno verde, que es producido de esta manera, se almacena en estaciones de recarga similares a las de gasolina.
Estos sistemas de distribución son comparables a los existentes para hidrocarburos, lo que facilitaría su integración en la infraestructura energética global.
Además, países como Japón, Estados Unidos y Canadá ya han adoptado el hidrógeno en sus sistemas de abastecimiento energético.
Existen dispositivos y vehículos que usan hidrógeno como fuente de energía, y a diferencia de los autos eléctricos, no requieren baterías ni tiempos largos de recarga.
Sin embargo, Muñoz mencionó que uno de los principales obstáculos para su adopción masiva son los costos económicos, así como la falta de voluntad política para cambiar el modelo energético actual basado en los combustibles fósiles.
A pesar de estas barreras, el académico subrayó que la innovación en torno al hidrógeno está en constante crecimiento.
Con más de 10,000 desarrollos tecnológicos patentados, México podría aprovechar esta ventana de oportunidad para integrar y adaptar esta tecnología.
Aunque la transición hacia economías de hidrógeno representa una alternativa sustentable, los países con grandes reservas de recursos fósiles, como Estados Unidos y Rusia, se muestran reacios a abandonar el modelo energético actual.
Sin embargo, existen ejemplos como el de Islandia, que ha logrado asegurar su autosuficiencia energética al apostar por el hidrógeno.
El futuro del hidrógeno como fuente de energía depende de superar desafíos tecnológicos y económicos. Sin embargo, su capacidad para transformar el panorama energético global sigue siendo una opción prometedora en la búsqueda de un mundo más limpio y sostenible.