El hallazgo de crematorios clandestinos en el rancho Izaguirre, municipio de Teuchitlán, Jalisco, ha generado indignación y dudas sobre una posible omisión de las autoridades locales.
El lugar, que presuntamente operaba como campo de entrenamiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue descubierto la semana pasada por el colectivo Guerreros Buscadores tras una denuncia anónima.
El gobierno federal y la Fiscalía General de la República (FGR) expresaron su preocupación por el caso y anunciaron investigaciones para esclarecer la situación.
Durante la conferencia matutina de la presidenta de México, el fiscal Alejandro Gertz Manero reconoció que los hechos son “muy críticos y muy graves”, y cuestionó cómo fue posible que las autoridades estatales y locales no detectaran antes la operación de este sitio.

Indicios macabros en el rancho Izaguirre
En el lugar se encontraron restos óseos calcinados, al menos tres fosas y más de 200 pares de zapatos, lo que sugiere que el sitio pudo haber sido utilizado para la desaparición y exterminio de personas.
Además, se hallaron casquillos de bala y cargadores de armas de fuego, lo que refuerza la hipótesis de que el rancho también servía como centro de adiestramiento para sicarios del CJNG.
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, admitió que la revisión del rancho en septiembre de 2024 pudo haber sido incompleta, lo que abre la posibilidad de que funcionarios hayan incurrido en negligencia.
La Fiscalía del Estado ya había intervenido el sitio en el pasado, deteniendo a diez personas y liberando a dos secuestrados, pero no se documentó la presencia de los crematorios clandestinos ni las prendas de vestir encontradas recientemente.

Exigencia de justicia
El hallazgo ha desatado una fuerte reacción de colectivos de búsqueda de desaparecidos, quienes exigen que el caso sea atraído por la FGR y se investigue a fondo la posible colusión de funcionarios estatales y municipales.
Indira Navarro, representante de Guerreros Buscadores, insistió en la necesidad de una prospección exhaustiva en el terreno, con la participación de binomios caninos certificados para la detección de restos humanos.
“Dimos con el lugar porque teníamos varias llamadas anónimas (…) y nos encontramos con restos calcinados en fosas. Se debe determinar qué tan grande es la magnitud del hallazgo y cuántas víctimas podría haber aquí”, declaró.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó el hallazgo como “terrible” y aseguró que se llevará a cabo una investigación minuciosa para determinar responsabilidades.
“Es necesario revisar por qué después de la primera intervención no se resguardó el lugar de manera adecuada”, afirmó la mandataria.
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Un estado marcado por la violencia
Jalisco es una de las entidades con mayor número de personas desaparecidas en México, con casi 15,000 casos registrados por la Comisión Nacional de Búsqueda.
La influencia del CJNG en la región ha convertido al estado en un epicentro de violencia y desapariciones forzadas, un problema que se ha agudizado desde que el gobierno federal declaró la guerra al narcotráfico en 2006.
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El caso del rancho Izaguirre se suma a una serie de hallazgos de fosas clandestinas en el estado, lo que refuerza la urgencia de una estrategia integral para abordar la crisis forense y la impunidad en torno a la desaparición de personas.
Mientras tanto, los colectivos de búsqueda continúan su labor, con la esperanza de que este descubrimiento ayude a dar respuestas a familias que llevan años buscando a sus seres queridos.
Con información de AFP