Aunque en el siglo XX la industria petrolera fue pilar de la economía mexicana, hoy representa solo el 3.7% del PIB, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
En el marco del 87 aniversario de la Expropiación Petrolera, Paulina Gómora Figueroa, jefa de la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra de la UNAM, señala que los hidrocarburos siguen siendo la principal fuente de energía en el mundo. En 2024, el 80% del suministro global provino de combustibles fósiles.
El gas natural ha ganado relevancia debido a su menor impacto ambiental, emitiendo menos gases de efecto invernadero. Sin embargo, Gómora advierte que en las próximas tres décadas los hidrocarburos seguirán ocupando entre el 50% y 65% de la matriz energética.
Desafíos económicos y ambientales
Para Aarón Morales Islas y Felipe Cruz Díaz, economistas de la UNAM, el sector petrolero aún es estratégico, pero enfrenta desafíos ambientales como los derrames y las emisiones de GEI. Felipe Cruz, también coordinador de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria Aplicada de la FES Acatlán, destaca que la tributación representa el 96.3% de los ingresos nacionales, dejando al petróleo en un rol secundario.
El precio del barril se estimó en 57.80 dólares para 2025, en un contexto de volatilidad por los conflictos en Rusia, Ucrania y Medio Oriente. Morales subraya que el control estatal del sector sigue siendo clave para la soberanía energética.
La Expropiación Petrolera: un hito nacional
El 18 de marzo de 1938, el presidente Lázaro Cárdenas decretó la Expropiación Petrolera, retirando el control de 17 empresas extranjeras. La medida respondió a la negativa de las compañías de mejorar condiciones laborales y permitió que el Estado asumiera el dominio total del recurso.
Según Morales, este proceso fortaleció la identidad nacional y financió programas sociales. Sin embargo, la industria enfrenta el reto de modernizarse sin perder su rentabilidad ni afectar el medio ambiente.
Gabriela Jiménez Casas, del Instituto de Ecología de la UNAM, advierte que el petróleo es un recurso finito. “A este ritmo, en pocos años será escaso, lo que acelerará la transición hacia energías alternativas como la electricidad”, afirma.
Los especialistas coinciden en que, aunque el petróleo seguirá presente en el corto plazo, su papel en la economía mexicana ha cambiado, dando paso a una nueva etapa en el sector energético.
Con información de la UNAM.