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Cine

Zootopia 2: un espejo de la sociedad y sus prejuicios

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¿Y si nuestros prejuicios fueran la herramienta favorita del poder?

Esa es la pregunta que plantea “Zootopia 2”, la nueva apuesta de Disney que, nueve años después de ganar el Óscar, regresa con su dúo más improbable: Judy Hopps, la valiente coneja policía, y Nick Wilde, el zorro que dejó atrás su pasado de estafador.

Esta vez, el miedo no se dirige a depredadores o presas… sino a los reptiles. Sí, esas criaturas que, por instinto o cultura, muchos temen.

En la historia, una serpiente llamada Gary se convierte en el centro del conflicto cuando intenta limpiar el nombre de su familia y termina revelando cómo los gobernantes de Zootopia manipulan el miedo para dividir a la sociedad.

Los directores Byron Howard y Jared Bush explican que los animales funcionan como “un espejo de la naturaleza humana”, y esta secuela lo demuestra con fuerza.

Judy y Nick, convertidos en fugitivos, descubren que la discriminación también puede ser un sistema… uno muy útil para quienes están en el poder.

Como toda buena fábula, “Zootopia 2” es colorida, divertida y llena de ritmo —sí, con nuevas canciones de Shakira/Gazelle—, pero debajo de ese brillo late una lección potente: Las diferencias existen, pero nos hacen más fuertes cuando aprendemos a verlas con empatía.

Una historia animada, sí. Pero también un recordatorio muy real de que los monstruos más peligrosos no siempre tienen colmillos… a veces usan trajes, discursos y miedo.

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