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Nuevo ataque de EEUU en el Pacífico deja cuatro muertos y desata nueva ola de críticas

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Un nuevo ataque del ejército estadounidense contra una lancha presuntamente cargada con droga en el Pacífico oriental dejó cuatro personas muertas, en medio de una creciente polémica internacional por la ofensiva militar que ha causado al menos 87 fallecidos en distintas operaciones desde septiembre.

El Comando Sur de Estados Unidos confirmó la acción, asegurando que la embarcación “transportaba narcóticos ilícitos” y transitaba “por una ruta conocida de narcotráfico”. En un mensaje difundido en X (antes Twitter), el organismo señaló que los cuatro tripulantes muertos eran “narcoterroristas”, acompañando el comunicado con un video donde se observa una lancha impactada por una explosión que la deja envuelta en llamas.

El ataque ocurre mientras crece la controversia en Washington por un bombardeo previo ocurrido el 2 de septiembre, en el que fuerzas estadounidenses atacaron una embarcación ya destruida, matando a dos sobrevivientes. Legisladores demócratas y organizaciones de derechos humanos han calificado los hechos como “un posible crimen de guerra”.

“El video muestra a marinos naufragados siendo atacados por misiles estadounidenses. Es una de las cosas más perturbadoras que he visto en mi carrera pública”, denunció el congresista demócrata Jim Himes, miembro del Comité de Inteligencia.

Según Himes, durante una audiencia privada en el Congreso, el jefe del Comando de Fuerzas de Operaciones Especiales, almirante Frank Bradley, presentó las imágenes del ataque y confirmó que el primer misil destruyó la embarcación y el segundo mató a los sobrevivientes.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el presidente Donald Trump enfrentan críticas por la ofensiva, especialmente después de que el Washington Post revelara que Hegseth habría dado la orden de “matarlos a todos”, algo que el funcionario niega.

Mientras tanto, el senador republicano Tom Cotton defendió las acciones como “ataques legales”, afirmando que los tripulantes eran “tipos malos” y que no hubo violaciones al protocolo militar.

Trump, quien en su segundo mandato declaró a los cárteles latinoamericanos como grupos terroristas, ha prometido extender la ofensiva a operaciones terrestres “muy pronto”, según declaraciones recientes.

Los ataques han elevado las tensiones diplomáticas en la región. Venezuela y otros países del Caribe han denunciado la militarización de sus aguas por parte de Estados Unidos, que mantiene desplegada una flota de casi 20 buques, cazas en Puerto Rico y miles de marines en la zona.

La administración estadounidense sostiene que la operación busca frenar el narcotráfico en rutas marítimas del Atlántico y el Pacífico, aunque crecen las voces que acusan al Pentágono de abusar de la fuerza y actuar fuera del marco legal internacional.

Con información de AFP

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