Durante este año hemos hablado acerca de varios aniversarios relacionados con eventos importantes en los comics de X-Men. Esto se debe a que, durante un relativo corto tiempo, en su comic se presentaron historias de suma relevancia y que han servido como inspiración para diversas adaptaciones. Hoy toca el turno a una de las más recordadas del medio en general: Days of Future Past.
La mancuerna creativa de Chris Claremont y John Byrne fue la responsable de una de las mejores etapas en dicho comic. Colaboraron juntos por aproximadamente 35 números y ese tiempo fue suficiente para dejar huella. En tan sólo dos partes, casi al final de su colaboración, fue que presentaron “Días del futuro pasado”.
Se dice que el título de la historia fue inspirado en el disco de The Moody Blues, Days of Future Passed de 1967.
La primera parte del comic se publicó en The X-Men #141, el 21 de octubre de 1980. La segunda (#142), el 18 de noviembre del mismo año. Como dato adicional, el comic cambió su nombre legal con ese mismo número a The Uncanny X-Men (Los misteriosos Hombres X), pese a ostentar el adjetivo en la portada desde el #114.
Hasta ese momento, los X-Men no acostumbraban viajar al espacio ni en el tiempo. Fue con la llegada del escritor Claremont y los dibujantes Byrne y Dave Cockrum que se exploraron ambos campos.
Days of Future Past representa el primer viaje en el tiempo del equipo, mismo que se convertiría en una constante e incluso llegó a complicarse demasiado con el sobreuso y desarrollar una gran cantidad de posibles futuros.
La historia empieza en el futuro distópico del –entonces- lejano 2013. Los mutantes han sido declarados una amenaza y, por medio de los robots conocidos como The Sentinels (Centinelas), han sido presos en campos de concentración. Sin embargo, los robots se han rebelado contra los humanos, creando el declive de la civilización estadounidense.
La mayoría de los superhéroes han sido cazados y ejecutados, mientras que algunos mutantes sobreviven como esclavos; sus poderes han sido neutralizados por medio de unos collares inhibidores de poderes.
Entre los pocos sobrevivientes se encuentran Kate Pryde, su esposo Colossus, Storm, Magneto (quien ha perdido el uso de sus piernas), Franklin Richards (mutante, hijo de Mister Fantastic e Invisible Woman de los Fantastic Four) y Rachel (quien sería revelada como hija de Cyclops y Jean Grey). Esta también es la primera ocasión en que los lectores de comics vieron a Magneto como aliado de los X-Men.
Apartado del resto, Wolverine forma parte de la resistencia canadiense y acude a la ayuda de sus amigos.
La desesperada situación ha orillado a los mutantes sobrevivientes a planear y hacer posible un viaje al pasado. La candidata es Kate Pryde, quien deberá ir a 1980, poseyendo su propio cuerpo, pero de cuando tenía apenas 13 años y acababa de ingresar a The X-Men.
Estando ahí, Kate (o Kitty), deberá alertar a sus compañeros del desastroso futuro. El evento detonante que lleva al auspicio del gobierno para el patrullaje de los Sentinels es el asesinato del senador Robert Kelly, quien promueve una agenda de odio contra la proliferación de los mutantes. La raza autoproclamada como Homo Superior es el eslabón siguiente en la cadena evolutiva, por lo que la intención es que no prolifere. Aunque la motivación de Kelly es legítima, también genera exacerbación por ambos bandos.
Rachel, telépata, será quien haga posible el regreso de la mente de Kate a su antiguo ser. Los inhibidores de poderes serán neutralizados por medio de un aparato que han ensamblado durante meses. Así, el viaje será posible.
El trasplante de mentes tiene éxito. Kate, en el cuerpo de Kitty, alerta a Xavier y los X de la próxima muerte del legislador Robert Kelly. El atentado será perpetrado por una nueva encarnación del grupo creado por Magneto años atrás, The Brotherhood of Evil Mutants.
El grupo recién reestablecido de mutantes terroristas tiene como líder a Mystique, antigua enemiga de Miss Marvel (Carol Danvers) y como su fuerza de ataque, a Blob, Pyro y Avanlanche. La “Hermandad de mutantes malvados” eliminará a Kelly para que la humanidad respete a los mutantes, más los terroristas desconocen que sólo tendrá el efecto contrario.
Por su parte, The X-Men están en una etapa de transición. Después de la muerte de Jean Grey, Cyclops ha dejado el equipo, por lo que se han quedado sin jefe en el campo. Angel se ha integrado de tiempo completo y Kitty Pryde es la nueva estudiante, adoptando el nombre código de Sprite. Permanecen Nightcrawler, Storm, Colossus y Wolverine bajo la tutela de charles Xavier.
En 1980, The X-Men deben prevenir la muerte de Kelly, mientras que en 2013 son descubiertos por The Sentinels. Los rebeldes deben frenar a los robots para que Kate pueda llevar a cabo el plan, poniendo en riesgo sus vidas. Y hasta aquí dejo la reseña para evitar mayores “spoilers” de esta historia de cuatro décadas.
Days of Future Past tiene el espectacular arte del canadiense John Byrne, quien también creó la idea principal. Sus lápices fueron entintados por Terry Austin; a ambos se les considera una de las mejores mancuernas artísticas del comic. Por su parte, los diálogos y desarrollo corren a cargo del gurú de los mutantes, Chris Claremont.
Otra parte esencial del equipo creativo es el letrista Tom Orzechowski, cuya tipografía formó parte integral de cada una de sus páginas. Los colores corrieron a cargo de la experimentada Glynis Wein.
El número siguiente, el 143, sería el último en la colaboración entre Claremont, Byrne y Austin. Days of Future Past ha sido adaptada muy parcialmente en la película de X-Men de 2014 con diferentes personajes y en la caricatura de 1992, entre otros. La versión original llega a los 40 años de su publicación.
