El día 25 de cada mes se conmemora el “Día Naranja”, un esfuerzo por parte de la ONU y sus países asociados, que tiene como objetivo erradicar la violencia contra las mujeres. El decreto oficial se originó un 25 de noviembre y es por ello que este artículo está dedicado para todas las mujeres que desean viajar solas y tienen dudas; empoderar el alma viajera más allá del género, porque al final, sólo somos un alma transitando en este Mundo acompañada de un cuerpo.
Pensamos que viajar sola puede ser una experiencia triste, peligrosa y suele dar mucho miedo la primera vez; sin embargo, puede ser todo lo contrario, una vivencia enriquecedora, divertida que desafía cada sentido y nos convierte en personas mucho más sabias. Aquí van algunas ventajas del por qué es grandioso emprender la aventura sola:
- Aprender a conocerte.
- Experimentar otras culturas a tu manera y tiempo.
- Conocer tus límites en varias áreas de tu vida.
- Expandir lo que reconoces como tú “zona de confort”.
- La posibilidad de ampliar tu círculo social.
He viajado mucho tiempo acompañada, pero al momento de hacer recorridos por mi cuenta, ya sea de negocios o por placer, procuro hacer las siguientes cosas:
- Hacer un itinerario: Trazar un plan en general de los sitios que visitarás, atracciones, hospedajes y rutas de transporte acorde al horario, es una forma de minimizar los riesgos latentes. Puedes leer sobre las zonas donde existe mayor inseguridad o algún riesgo (como carteristas) y evitar transitar por ahí.
- Empieza con algo que sea manejable: Depende de que tan aguerrida te sientas, puedes salir del país o no; quizá antes de visitar un país asiático, podrías adentrarte en el sur de América, donde el idioma y la cultura serían menos desafiantes, así avanzas paso a paso.
- Traer celular: Es básico hoy en día. Investiga si la compañía telefónica que utilizas tiene cobertura o algún paquete accesible, en caso contrario, puedes contratar uno en el destino. Estar comunicado con tus seres queridos es crucial para sentirte relajada y también en caso de cualquier emergencia.
- Haz aliados con la gente: Ya sea que socialices en los tours o el hospedaje; el mismo viaje te lleva de la mano y es fácil que se dé la interacción con otras personas, utiliza eso a tu favor para que la experiencia sea mucho más entretenida.
- Estar atenta al entorno: Es muy fácil distraernos mientras paseamos, por ello, es importante que tengas “un ojo al gato y otro al garabato”, en Europa, por ejemplo, es común que encuentres gente haciendo actos de magia, tocando algún instrumento o cualquier demostración artística, mientras disfrutas del espectáculo algunas personas aprovechan para sacar tu cartera, y si ahí llevabas tu pasaporte, ya te imaginarás el teatro que ahora tú tendrás que hacer para poder regresar. Saca copias de tus documentos y déjalos en tu maleta o almacenados digitalmente.
- Poner límites: Aprende a decir “no”, se pueden acercar vendedores o personas que quieren entablar conversaciones contigo, si no es de tu agrado, marca distancia. Jamás des información personal a desconocidos sobre donde te instalas, viajas sola, si cargas efectivo o cualquier detalle que te vuelva vulnerable.
- Investigar sobre la cultura y comportamiento adecuado: En el Vaticano piden vestimenta discreta, por ejemplo, busca en internet el protocolo adecuado para que tu recorrido sea lo más agradable posible.
Recuerda mantener una postura segura y abierta, la “actitud triunfadora” es la reina en cualquier fase de la vida, no significa que no pueda haber retos o inconvenientes, pero, si estás dispuesta a ver todo con un enfoque positivo, cualquier desafío que se te presente en el medio podrás resolverlo de la mejor manera.