Hay películas que se definen en gran medida por sus bandas sonoras e incluso otras que se podría decir sobrepasan a la película misma. Tal es el caso de Tron Legacy, cuya composición musical por parte del dueto electrónico Daft Punk, da un más alto nivel a la producción fílmica ya que acompañan y realzan, manejando las emociones del espectador.
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La segunda parte de Tron tardó aproximadamente dos décadas en llegar. Cuando se estrenó la primera entrega de la producción de Disney, representó un salto tecnológico y una visión futurista muy estética, generando una sensación mundial que resonó durante años. Fue una película que dejó marca en aquel lejano 1982. Durante mucho tiempo se intentó echar a andar la producción de una secuela, más esta tardó demasiado en llegar.
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La intención de revitalizar el concepto de Tron no llegó más allá de la versión de 2010 ya que esta no tuvo el recibimiento esperado ni el resultado necesario de taquilla. Sin embargo, es altamente probable en que algún momento se haga un nuevo intento para revivir la franquicia.
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El relámpago no cae dos veces en el mismo lugar, se dice. Tron podría ser una muestra de ello. La proyección futurista de los 80’s no pudo ser replicada, tal vez porque su lenguaje particular pertenecía a una época determinada. Si se quería volver a sorprender a las audiencias, se tenía que dar un salto importante a nivel conceptual, técnico y visual, pues estos elementos eran parte del concepto original.
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Quienes entendieron a la perfección la idea de Tron, su vanguardia, su estética y su arte, fue Daft Punk. Cada una de las piezas que acompañan la narración del filme tiene un poco del pasado y del futuro, además de su estilo propio e inconfundible del dueto francés. En sus composiciones, se escucha a Moroder, se escucha a Kraftwerk, se escucha a Alex North de 2001. Y más importante, se escucha a Tron.
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El score de la música es moderado, narrativo, pero sin protagonismos, cuenta más no revela. En ocasiones basta con pocos acordes sucesivos, contrastantes entre graves y agudos de sonidos futuristas y setenteros a la vez. Los sonidos graves, se perciben entre sintetizadores y distorsiones, los agudos, como conjuntos de cuerdas que no terminan de serlo, son manifestaciones digitales, espectros con un poco de ambos, de lo digital y lo análogo. Después de todo, en el futuro de Tron no cabe lo orgánico, sino lo comprimido, lo controlado.
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También existen composiciones instrumentales que estimulan las neuronas creadoras, motivan y echan a andar los motores de la expresión, como ocurre con la música de Daft Punk para este filme. El espectador y el escucha son motivados por los acordes.
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Tron: el legado, se estrenó el 17 de diciembre de 2010, fue dirigida por Joseph Kosinski e incluso contó con la ayuda de su actor original, Jeff Bridges, quien fue acompañado por Garrett Hedlund y Olivia Wilde.
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Por su parte, el disco de Daft Punk llegó un poco antes, el 3 de diciembre y es nuestro motivo para recordarlo a 10 años de su presentación.
