Las elecciones del pasado 6 de junio significaron un antes y un después para los partidos políticos en la entidad. Tras las votaciones para gobernador, ayuntamientos y diputaciones locales y federales, se evidenció la repartición de poder para cada una de las fuerzas políticas.
El partido que más reducido ha visto su dominio ha sido el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que durante décadas gobernó de manera hegemónica no solo el estado, sino todo el país. Fue a partir de la victoria del panista Ignacio Loyola Vera en 1997 cuando se comenzó a dilucidar el camino que el partido blanquiazul se abrió en Querétaro.
Hasta 1997 había habido 12 gobernadores priístas, el último de ellos había sido Enrique Burgos. Sin embargo, Ignacio Loyola logró la transición con Acción Nacional, y desde entonces ha habido tres gobernantes panistas más. En 2009, José Calzado Rovirosa cortó la racha panista, pero desde entonces se ha visto muy disminuido en los votos para este cargo.
En cuanto a las presidencias municipales, el PRI mandaba aún en 15 ayuntamientos en el año de transición. No obstante, este número se fue reduciendo cada trienio hasta 2012, que fueron las elecciones intermedias durante el gobierno del priísta Calzada. Y aunque parecía que el partido podría tomar control de la entidad nuevamente, la realidad es que solo ha disminuido, hasta que las pasadas elecciones solamente lograron ganar dos alcaldías.
En el Congreso local sucedió un fenómeno similar. De los 25 diputados locales, el PRI tenía 10 en 1997. El número se redujo ligeramente en el 2000, bajó considerablemente en el 2006 y tras la llegada de Calzada Rovirosa, volvió a subir. No obstante, solo tendrán 3 representantes para la próxima legislatura estatal.
En las diputaciones federales, se había mantenido con al menos uno de los ocho curules. En el 2009 fue cuando más representación tuvieron en la cámara baja. En la sexagésima quinta legislatura habrá solo representados del PAN, por lo que el tricolor no estará presente en el Congreso de la Unión.
Finalmente, aunque no hubo elecciones en este año para el senado, cabe indicar que en la actual legislatura fue la primera ocasión que el PRI no ocupó un lugar. Antes de la elección de Ignacio Loyola, el partido acaparaba los tres sitios en la cámara alta. En 1997 cayeron a dos, y en las seis legislaturas siguientes se mantuvieron con al menos un representado, hasta la del 2018, cuando Morena ocupó su puesto.