El disco El silencio, de Caifanes, no inicia… ataca a su audiencia con “Metamorféame”, gracias a su bajeo y a la batería (con un corto grito del vocalista), hasta que el conjunto recobra la compostura, se unifica y da estructura a la estupenda canción. El Silencio, de los Caifanes, tiene poco de silencio.
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Probablemente sea uno de los álbumes más conocidos de la música latinoamericana, así como uno de los más inspirados y mejor producidos. La identidad propuesta por la banda era auténtica y forma parte de un idioma muy especial que se hablaba a través de la música en todo el continente. No solo el español, sino el del rock.
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El movimiento del rock en español tuvo una colección de grandes ejecutantes que surgían en varios países y, lejos de competir, se complementaban unos a otros, se enriquecían y homologaban en una misma ideología e identidad.
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La producción de El silencio corrió a cargo de un connotado músico, el norteamericano Adrian Belew, conocido, entre otras cosas, por su participación en la legendaria banda King Crimson. Belew también participa tocando la guitarra en “Piedra”.
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El resto del personal es el mismo y, para muchos es el último álbum con la alineación perfecta de Caifanes: Saúl Hernández (voz y guitarra), Sabo Romo (bajo y guitarra acústica), Diego Herrera (teclados, sax, percusión y jarana), Alfonso André (batería y percusión) y Alejandro Marcovich (guitarra principal, arpa jarocha y requinto).
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El silencio es el último disco de Caifanes en los que participan Sabo Romo y Diego Herrera.
Hablando de arpa jarocha y jarana, El silencio se distingue por su fusión de rock y música regional, como el sonido de banda que se incorpora de manera magistral en “Piedra”. Tales sonidos son perceptibles a lo largo de la grabación, como en “Nubes”, o bien, en la tradicional “Mariquita”, que es cátedra de cómo terminar un álbum.
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Pocas producciones abren y cierran de tal manera, con propuesta, actitud y altísima calidad que se mantiene a lo largo de sus 14 tracks y 58 minutos de duración.
Varias de las composiciones más importantes de Caifanes se encuentran incluidas en la placa, tales como “No dejes que”, “Hasta morir”, “Debajo de tu piel”, “Estás dormida”, “Miércoles de ceniza” y “Para que no digas que no pienso en ti”.
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El silencio es el tercero de cuatro discos de estudio en la carrera de Caifanes. El primero, homónimo, se dio a conocer en 1988, mientras que el segundo, El diablito (que en realidad se titula Volumen II), en 1990 y el último, El nervio del volcán, en 1994. Te dejo una nota donde hablamos de Volumen II:
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El silencio de los Caifanes se dio a conocer el 29 de mayo de 1992, por lo que cumple 30 años de vida en 2022.
Por último, te presento otra liga a una nota con la música nada despreciable de Jaguares:
