El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Querétaro brindó atención integral a la pequeña Zoé Rebeca “N”, quien nació con 27 semanas de gestación en enero de 2021.
Debido a una infección que no cedió, el nacimiento de la pequeña Zoé fue prematuro y con complicaciones propias de este tipo de alumbramientos; sin embargo, un equipo médico interdisciplinario del Hospital General Regional (HGR) No. 1 y la fortaleza de la recién nacida han permitido que salga adelante
Con 840 gramos de peso, la bebé ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del nosocomio para su atención integral.
“Ingresó con infección generalizada, alteraciones pulmonares, hemorragia interventricular, entre otras, pero logró revertir todos los diagnósticos y egresó de la UCIN”, señaló el doctor Julio del Valle, pediatra neonatólogo del HGR No. 1.
El tratamiento consistió en ventilación mecánica convencional, uso de surfactante, antibióticos, vitaminas, ácido fólico, entre otros medicamentos que permitieran ayudar en la prematurez de su pequeño cuerpo; “sin embargo, lo más importante ha sido el seguimiento riguroso en sus terapias de neurodesarrollo y de pediatría”, indicó el especialista.
Su estancia de más de tres meses en el hospital, le permitió triplicar su peso, para egresar con 2 kilos 200 gramos, con la habilidad de succión y vigilancia del neurodesarrollo en el primer año de vida, para la corrección de la edad gestacional.
La señora María -madre de Zoé- comentó que era su primera hija y un deseo en su matrimonio, por lo que la noticia de las complicaciones por su nacimiento inesperado fue algo muy triste: “cuando salí del hospital yo quería conocerla; no me importaba mi condición, yo lo único que quería era ir a ver a mi hija”.
El 13 de abril de 2021, Zoé fue dada de alta del HGR No. 1, a fin de que continuara su recuperación en casa, al lado de su familia. “Me decían que probablemente no iba a caminar, no iba a gatear. Pero mi familia, mi esposo, siempre estuvimos con las terapias, y mi niña pudo gatear a los ocho meses; eso fue la gran felicidad que nos dio, porque los diagnósticos eran los peores”, señaló la señora María.
A un año del nacimiento de Zoé, la pequeña se encuentra bajo vigilancia médica por parte del Instituto, y creciendo como una niña sana, feliz y acompañada de su familia.
“Estoy muy agradecida con ellos (personal médico), porque gracias al esfuerzo, a los desvelos, mi hija está bien, le agradezco mucho a los médicos y enfermeras que estuvieron con mi niña durante días para que fuera una niña de éxito, mi niña milagro”, finalizó la madre.