El primer ministro de Corea del Sur, Han Duck-soo, admitió que las medidas de control de multitudes fueron inadecuadas antes de la tragedia que dejó 156 muertos en un evento de Halloween en Seúl, la capital del país.
El mandatario reconoció que existieron fallas institucionales en el manejo de aglomeraciones, por lo que se comprometió a trabajar con los ministerios, agencias e instituciones del país para asegurar que tales situaciones en eventos espontáneos no vuelvan a ocurrir.
También, el jefe de la policía del país, Yoon Hee-keun, pidió disculpas por la lenta respuesta de las autoridades ante la emergencia, pues reconoció que hubo una gran cantidad de llamadas de ayuda previo a la estampida. Además, anunció que habrá una investigación independiente con el fin de prevenir riesgo en las multitudes.
Cabe recordar que el sábado pasado, se produjo una estampida humana en el barrio de Itaewon durante una celebración de Halloween. El desastre dejó un saldo preliminar de 156 y más de 150 heridos. Se calcula que en la zona había más de 100 mil personas, mientras que solo había 137 cuerpos de seguridad, la mayoría de tránsito.