El año pasado, se dio la peor cuesta de enero en más de 21 años en términos de inflación, con un incremento de 7.07% del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) calculado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); sin embargo, al cierre del 2022, el aumento anual se situó en 7.7% en un repunte de después de algunos meses de baja, tras picos históricos observados hacia mitad del año.
“La situación económica de este 2023 es compleja, tanto en México como en la región latinoamerican en su conjunto. Y en coyunturas así, se crean caldos de cultivo ideales para el fraude, particularmente frente a algunas industrias que pueden ser vulnerables en su interés por capitalizar flujos más altos de usuarios que necesitan dinero. Por ejemplo, bancos, fintech, entidades no financieras que prestan servicios similares”, explica Ricardo Robledo, Director General y Fundador de Tu Identidad, plataforma especializada en validación de identidad de empresas y usuarios.
De acuerdo a datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), cerca de 2.5 millones de denuncias anuales están relacionadas con el robo de identidad o la suplantación para realizar un robo que afecta, paralelamente, a usuarios y a instituciones del sector financiero.
Por su parte, la consultora Deloitte estima que las fintech son particularmente vulnerables a fraudes en la medida en que incrementan su volumen de transacciones y se presentan condiciones como el trabajo remoto, el cual potencializa riesgos de ciberseguridad como robo de datos personales y exposición de información confidencial de una compañía.
Un perfecto ‘caldo de cultivo’
El estudio Fraude en tiempos de crisis, de la consultora PwC, detalla que ante una crisis económica se potencializan los riesgos de fraude, en particular en el sector financiero. El documento explica que en estos contextos se presenta algo llamado ‘El triángulo del fraude’, desarrollado por el criminalista Donald Cressey, quien describe tres condiciones que comúnmente aparecen cuando se comete fraude. Éstas son:
- Incentivo o presión. Es decir, lo que motiva o inclina a cometer un acto deshonesto. Por ejemplo, falta de empleo, deseo de obtener más ingresos.
- Oportunidad. Ésta se da en la medida en la que las personas o empresas buscan adaptarse al cambio y aparecen fallas en los sistemas de control. Por ejemplo, cuando una empresa en busca de reducir costos invierte menos en su ciberseguridad o procesos de KYC (Know Your Customer).
- Racionalizar o Justificar. En tiempos económicos difíciles se incrementa la capacidad de la gente de racionalizar el fraude y la corrupción.
Minimizar riesgos para capitalizar oportunidades
Por ello, es fundamental realizar procesos de validación de identidad que puedan minimizar riesgos. Sobre todo, en momentos en los que aumenta la demanda de productos financieros (particularmente créditos, préstamos y financiamientos), ya que estos tienen un importante pico de demanda en momentos como la llamada ‘cuesta de enero’.
Para robustecer esos procesos, Tu Identidad recomiendan mecanismos KYC que incluyan:
- Revisión de identificación oficial
- Reconocimiento facial (de preferencia con prueba de vida)
- Candados con firma digital
- Autenticación multifactor
- Biometría dactilar
- Geolocalización
“La mayoría de esos requisitos de KYC son obligatorios por ley para las instituciones financieras, pero es importante que en momentos como la cuesta de enero se refuercen esos mecanismos de validación de identidad. Especialmente, para que estas industrias vulnerables en momentos de algidez en la demanda puedan capitalizar las oportunidades sin perder de vista posibles riesgos”, concluye el Director General de Tu Identidad.