Bienestar

Sufren maltrato infantil tres de cada 4 niños: OMS

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi tres de cada cuatro niños, entre los dos y cuatro años de edad, sufren castigos corporales o violencia psicológica con regularidad por parte de sus padres, cuidadores o tutores.

Además, una de cada cinco mujeres y uno de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales durante su infancia y adolescencia.

Estas alarmantes cifras demuestran que la niñez y las juventudes son poblaciones vulnerables debido al adultocentrismo, una mentalidad que considera a los adultos como superiores y con derecho a disponer de los niños como objetos.

El adultocentrismo se aprende y se sostiene a través de las instituciones sociales, como la familia, la escuela, la Iglesia y el Estado, lo que crea una brecha intergeneracional y permite ejercer maltrato infantil.

La coordinadora de la Línea de Investigación Institucional “Promoción y Protección de los Derechos de la Infancia” de la UNAM, Elisa Ortega Velázquez, destaca que el maltrato infantil abarca cualquier forma de abuso o desatención que afecte a los niños y adolescentes, poniendo en peligro su salud, desarrollo y dignidad.

El maltrato infantil tiene graves consecuencias que pueden durar toda la vida, incluyendo traumatismos físicos, trastornos psicológicos, adicciones y enfermedades de transmisión sexual.

Además, se añade el factor de vulnerabilidad cruzado con el género, donde las niñas son más propensas a sufrir abuso sexual y ser víctimas de trata sexual.

Aunque México cuenta con una legislación que busca proteger los derechos de la infancia, como la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la realidad muestra discrepancias entre la ley y su implementación efectiva, señaló la investigadora.

Las políticas públicas a favor de la niñez y las juventudes, dijo, requieren recursos adecuados para su ejecución, y lamentablemente, la falta de presupuesto suficiente limita su efectividad.

El enfoque de derechos humanos hacia la niñez implica considerar a los niños y adolescentes como sujetos de derechos en desarrollo, quienes necesitan medidas de protección por parte de la familia, la sociedad y el Estado, agregó Elisa Ortega Velázquez.

Es necesario invertir en políticas y programas que garanticen el bienestar de la infancia, como las estancias infantiles y las escuelas de horario extendido, así como la construcción de Centros de Asistencia Social para niños en situaciones de movilidad sin cuidado parental, indicó la especialista de la UNAM.

La superación del adultocentrismo y la implementación efectiva de medidas de protección son pasos clave para prevenir el maltrato infantil y garantizar un futuro seguro y saludable para las generaciones venideras, concluyó.

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