Según la psicoterapeuta infantil y profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, Rocío Nuricumbo Ramírez, el uso excesivo de videojuegos y dispositivos electrónicos está teniendo un impacto significativo en la conducta de los niños.
En los consultorios de psicoterapia, se observa un aumento en problemas de conducta como rebeldía, agresividad, depresión y ansiedad, así como dificultades en la integración social y la gestión emocional.
En comparación con generaciones anteriores, los niños de hoy en día pasan mucho más tiempo en sus habitaciones jugando con dispositivos electrónicos, en lugar de jugar al aire libre con otros niños.
La falta de interacción social real y el aislamiento pueden afectar negativamente su desarrollo y su capacidad para enfrentar las actividades diarias.
Aunque algunos padres intentan inscribir a sus hijos en actividades extraescolares estructuradas, como deportes o talleres artísticos, estas no reemplazan la libertad de jugar al aire libre con otros niños.
Uno de los riesgos asociados con el uso de dispositivos electrónicos es la falta de supervisión por parte de los padres.
Aunque los niños pueden interactuar en línea con sus compañeros, no siempre hay una supervisión adecuada en cuanto a las personas con las que interactúan, los temas que ven en pantalla y el tiempo que pasan frente a los dispositivos electrónicos. Esto puede exponer a los niños a compartir información personal o fotos que los pongan en peligro.
Rocío Nuricumbo destaca la importancia de combinar el tiempo dedicado a los videojuegos y dispositivos electrónicos con otras actividades físicas y sociales que fomenten una interacción real con otros niños.
Aunque la socialización en línea puede tener sus beneficios, no cumple con todos los requisitos de un encuentro presencial y puede llevar a situaciones de riesgo.
La psicoterapeuta también señala que los niños que viven en áreas urbanas tienen un acceso más fácil a internet y dispositivos electrónicos, mientras que aquellos que viven en zonas rurales tienen menos disponibilidad de videojuegos.
Sin embargo, los niños en áreas rurales tienden a tener más experiencias físicas y explorar su entorno natural.
En vista de estos desafíos, es fundamental que los adultos supervisen y regulen el uso de videojuegos y dispositivos electrónicos por parte de los niños.
Además, se debe trabajar en la formación de sociedades menos violentas y más armoniosas, brindando atención y escucha a los niños en su desarrollo social.
Rocío Nuricumbo también aconseja a los padres que no se dejen sobrepasar por las redes sociales y los dispositivos electrónicos, y que busquen informarse sobre las nuevas formas de comunicación para poder guiar a sus hijos de manera adecuada.
En el Día del Niño y la Niña, es importante reflexionar sobre el impacto de los videojuegos y dispositivos electrónicos en la conducta de los niños.
El equilibrio entre el tiempo de pantalla y las actividades físicas y sociales es fundamental para promover un desarrollo saludable y una integración positiva en la sociedad, indicó la especialista de la UNAM.