Descifrar lo que tus hábitos alimenticios dicen de ti es tan interesante como el menú que seleccionas.
Te sientas, acomodas tu servilleta, los cubiertos, tu copa de vino o bebida, recibes tu plato de comida ¿y luego?, ¿cómo comes? La forma en la que lo haces, nos deja conocer mucho de tu personalidad, cosas que quizá te sorprendan.
Para Juliet A. Boghossian de Food-olgy, según información publicada en LittleThings.com, todo esto se puede saber:
¿Eres de los rápidos?
Pues eres entonces una persona productiva, además de gustarte dedicarle tiempo a los demás, y cumples antes del deadline. Pero, quizá también no deberías correr todo el tiempo, pues tu cerebro y estómago trabajan sincronizadamente en el apetito. Como te puedes imaginar, el proceso no es tan rápido como un chasquido de dedos, al contrario, tu estómago tarda entre 20 y 25 minutos para enviarle al cerebro la señal de saciedad; entonces, sí comes muy rápido seguro comerás más calorías, es una cuestión en donde el tiempo también importa.
Lento como tortuga…
Por otro lado, si prefieres comer leeeeeentoooooooo, eres de los que viven en el presente y nada más, centrada y concentrada en disfrutar el aquí y el ahora, tu filosofía de vida está equilibrada con la premisa de “un trabajo con calidad y bien hecho es mejor que uno hecho con rapidez”. Aunque comer lento o con ritmo de 10 km por hora, mejora la digestión, provoca un efecto de saciedad y evita que andemos buscando comida a deshoras, y por si fuera poco, entre más mastiques, más favoreces la salivación, según un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.
Todo en orden joven…
Pero también puede ser que seas de los que separan y organizan todo, que comas por partes y un tipo de comida a la vez, y seguro por eso eres detallista y perfeccionista, los amantes del orden aman que todo se haga tal cual ellos quieren, ¿eres del clan? Pero, ¿qué pasa si se te escapa un chícharo al lado oscuro de los frijoles? ¡tanto orden hace daño! Sólo te podemos recomendar que te armes de paciencia, flexibilidad y temple para poder mejorar y fortalecer tus relaciones personales en cualquier plano laboral, amoroso o de pura amistad.
Tarzan me dicen…
Contrario al perfil de arriba, hay quien gusta de explorar de todo. Eres de los que repite restaurante explorando todo el menú en cada visita, en tu casa usas todas las especias e ingredientes para crear tu propia cocina de autor, tomas riesgos y eres sumamente irreverente, eso se nota hasta en el plato. Entonces eso nos dice que eres de los arriesgados, de los que no le teme a nada, propones ideas sin miedo alguno, pero a veces puedes caer en la presión que ejercer sobre los que conviven contigo, pues no todos son tan atrevidos como tú.
El “picky”
Ahí estás tú ordenando tu comida, sin esto, sin aquello, sin de eso, sólo con esto… y sí, le pese a quien le pese, te vale. Eso nos indica que eres de los que se siente bien en su zona de confort, te gusta la estabilidad y la buscas en cualquier plano de tu vida. No te arriesgas a menos que domines el tema, aunque tu curiosidad te hace avanzar lento, lo haces firme, preguntas porque para eso te ofrecieron respuestas; a todo esto, no estaría nada mal que te atrevieras a ser un poco aventurero.