El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), es una condición multifactorial que se caracteriza por un comportamiento hiperactivo, falta de atención y memoria, impulsividad, labilidad emocional, alteración del aprendizaje y respuestas emocionales desproporcionadas.
Así lo dio a conocer en entrevista el especialista de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud, Gustavo Martos Alvidrez, quien dijo que este trastorno afecta alrededor del 5 por ciento de la población infantil, inicia en la infancia y afecta en mayor proporción a los hombres.
Explicó que los síntomas más comunes que manifiesta el menor es el cambio de una actividad a otra sin finalizar ninguna, se les dificultad realizar tareas largas, repetitivas y que carecen de atractivo.
Los menores con TDAH se cansan y se aburren con facilidad, no logran organizarse para trabajar, suelen levantarse de su asiento en el aula, pierden cosas con facilidad, muestran conductas agresivas y desafiantes con sus maestros y padres.
Asimismo, detalló que tienen bajo aprovechamiento escolar, son suspendidos frecuentemente, abandonan la escuela durante la adolescencia, recursan grados escolares y presentan problemas para relacionarse con otros niños.
Martos Alvidrez mencionó que para tener mejores resultados el tratamiento debe ser “multimodal”, a través de psicoterapia, tratamiento farmacológico y psicopedagogía. Además, recomendó un trabajo conjunto entre padres y profesores.
Indicó que el medicamento es fundamental para controlar los síntomas, ya que estimula los neurotransmisores que regulan la producción de dopamina y noradrenalina en el cerebro.
Por otro lado, dijo que las manifestaciones del TDAH en población adulta son diferentes, al presentar lentitud o ineficiencia, retraso repetido de actividades, falta de organización en su tiempo, dificultad para empezar y completar tareas, incapacidad para mantener una conversación, distracción, problema para concentrarse en el trabajo y frecuentes olvidos.
El especialista recomendó estar atentos en las primeras etapas de vida de los menores, así como mantener comunicación con los maestros, para una detección temprana y tratamiento eficaz.