Investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la UNAM han descubierto que las mucosas en el útero podrían actuar como reservorios del virus del papiloma humano (VPH), resguardando cepas altamente cancerígenas.
Leticia Rocha Zavaleta, líder del estudio, explicó que su equipo detectó VPH oncogénicos en las mucosas y células cervicales de mujeres aparentemente sanas.
El análisis reveló que las células internas del cérvix, difíciles de examinar con las pruebas actuales, también contienen VPH.
Esto es significativo, ya que los estudios previos se habían enfocado en la parte externa del cérvix, donde se desarrollan la mayoría de los tumores.
La doctora Rocha indicó que el cérvix interno solo se puede observar sin técnicas invasivas cuando se desplaza hacia la parte externa, lo cual ocurre en situaciones como la pubertad, el posparto o el uso de anticonceptivos orales.
Los resultados también mostraron que los genotipos virales en las células coinciden con los hallados en el moco cervical, lo que sugiere que estas mucosas podrían ser reservorios activos del virus.
Rocha y su equipo buscan entender por qué algunas mujeres, aun sin síntomas, pueden convertirse en fuentes de infección y cómo otras desarrollan cáncer.
La flora bacteriana del útero, que podría influir en la activación del virus, es uno de los factores que se están investigando. Este hallazgo podría mejorar la detección del VPH en mujeres que no pueden ser examinadas internamente.
Durante un seminario, Rocha recordó que, según la OMS, el VPH es una de las causas principales de cáncer. Existen 220 genotipos del virus, de los cuales algunos, como el 16 y el 18, son altamente cancerígenos.
El estudio incluyó a 197 mujeres de 20 a 54 años, de las cuales solo un 8% estaba vacunado, a pesar de las recomendaciones de vacunación en México.
El genotipo 31 es cada vez más frecuente y no está cubierto por la mayoría de las vacunas aplicadas en el país, lo que subraya la necesidad de actualizar las estrategias de vacunación y detección.