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Bienestar

Hay perros optimistas y pesimistas, y esto afecta su trabajo detectando enfermedades

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¿Te imaginas que tu perrito sea de los que siempre espera premio aunque no haya razón… o de los que ya ni se levanta porque seguro “no hay nada”?

Pues así, con todo y narices profesionales, los perros también pueden ser optimistas o pesimistas, y eso cambia todo cuando se trata de olfatear enfermedades.

Una investigación liderada por Sharyn Bistre Dabbah, egresada de la UNAM y parte del equipo de la Universidad de Bristol, comprobó que los perros de detección médica también tienen “personalidad” a la hora de tomar decisiones. Así como lees: algunos son más lanzados y otros prefieren no arriesgar.

La investigación se publicó en la revista científica PLOS One, y se hizo en colaboración con la organización Medical Detection Dogs del Reino Unido.

Bistre Dabbah explicó que lo que querían entender era cómo influyen los estados emocionales en las decisiones de los perros que ayudan a detectar enfermedades usando el olfato, es decir, perros capaces de detectar “huellas” químicas llamadas VOC (compuestos orgánicos volátiles).

¿Cómo supieron si un perro es optimista o pesimista?

El método es más sencillo de lo que parece: entrenaron a 58 perros para asociar un lugar con comida (positivo) y otro con un plato vacío (negativo).

Luego les pusieron lugares “neutros”, donde podía o no haber premio. ¿Qué pasó? Los optimistas corren directo, esperando la sorpresa. Los pesimistas, mejor ni se molestan si ya intuyen que ahí nunca hay nada.

“Lo que proyectan es: ‘¿para qué voy si no habrá nada ahí?’”, explicó Bistre Dabbah. Básicamente, un reflejo de la clásica actitud “de malas” o “de buenas”… pero en lomitos profesionales.

¿Y eso cómo afecta su trabajo?

Resulta que los perros optimistas son más arriesgados y suelen adaptarse mejor a nuevas situaciones. Son los “chidos” para tareas donde hay que actuar rápido y confiar en su instinto. Los pesimistas, en cambio, son más cautelosos: son perfectos para trabajos donde el error puede costar caro y prefieres a alguien que no se aviente sin pensar.

Al analizar el desempeño en pruebas olfativas, notaron que los perros más “precisos” (que no dan falsas alarmas cuando no hay nada) tienden a ser más pesimistas, o sea, menos propensos a “pasarse de lanza”.

¿Por qué importa esto para ti y tu perro?

Aunque el estudio se hizo con perros súper entrenados para temas médicos, sus hallazgos sirven también para entender a cualquier mascota.

La forma en que los entrenamos influye en su actitud. Por ejemplo, en México se usan mucho técnicas de castigo y eso puede volver a los perros más pesimistas, porque están esperando algo malo.

Saber si tu perro es optimista o pesimista no es solo “curioso”: te ayuda a mejorar la relación y entender cómo reacciona ante cambios, premios o regaños.

Dato curioso: Sharyn Bistre Dabbah ganó el tercer lugar del Premio “Manuel Cabrera Valtierra” 2015 por su desempeño académico. Ahora, sigue rompiéndola en la ciencia del comportamiento canino.

Con información de la UNAM.

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