Un enemigo invisible, que cada día causa muerte. Unos soldados exhaustos, que ven morir a extraños y a compañeros de trabajo por igual.
Así es el frente de batalla en la lucha contra el Covid-19 en el Hospital General Regional No. 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Querétaro, en palabras de María del Rosario Lora López, primera persona vacunada en el estado.
“Entramos y nos vestimos, el equipo de protección es un N-95, gorro, gogles, careta, dobles guantes, esto nos cubre para no contagiarnos. El atender a los pacientes con incubación con muchos medicamentos, muchas sedaciones”, explica María del Rosario.
“Los mismos pacientes ya están muy mal, vivimos la muerte día a día, todos los días… Es muy desgastante para nosotros entrar todos los días, a ver este tipo de pacientes, emocionalmente es desgastante porque vemos cómo se van deteriorando.
Es un uniforme de batalla que asfixia y que no deja ver el rostro de sus compañeros de trabajo: “Ya estamos cansados, ya todo el personal está cansado de entrar todos los días con un equipo de protección al que no estamos acostumbrados… las cosas son muy tristes dentro, a veces no conocemos al que está al lado de nuestros mismos compañeros”.
La evolución de un paciente de Covid-19 con mucha frecuencia desemboca en un resultado fatal en poco tiempo.
“A veces llegan bien y poco a poco se van sintiendo más mal, hasta que llegan a intubación y desafortunadamente, muchos a la muerte”, explicó la subjefa de enfermeras del HGR No.2.
Por ello, la llegada de la vacuna genera esperanza, renueva el ánimo.
“Con una esperanza muy grande para todo el gremio de enfermería de que exista esta vacuna y que nos ayude a terminar con la pandemia, nos ha traído cosas muy malas, muchas muertes de compañeros IMSS”, agregó Lora López.