Bernardino Hernández Hernández, fotoperiodista ganador del Premio Nacional de Periodismo 2021 y del Premio Gil Moreno en 2018 por su compromiso con los Derechos Humanos, tuvo pérdidas materiales y afectaciones en su casa por el paso del huracán “Otis” en Acapulco la mañana del miércoles 25 de octubre.
Durante tres horas “intensas” por el paso del huracán, “se quebraron las ventanas, una parte de la puerta se dobló, el techo se fue”. Relató cómo veía las pérdidas de sus vecinos, en la colonia Balcones al Mar “volaban colchones, láminas, todo, un Rotoplas volando”.
A tres semanas de distancia, todavía no hay luz ni agua en el hogar del fotoperiodista que ha recibido premios por su labor en Barcelona. Hay colonias como la Jardín, jardín Azteca, Jardín Palmas y la Progreso, es decir, las colonias en las periferias, que siguen sin tener servicios.
“En las colonias populares puedes encontrar (…) carros volteados, el olor insoportable, no hay luz, agua, la comida está escaseada y estamos abandonados, en la parte de las periferias no están apoyando los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal)”, manifestó en entrevista vía telefónica.
El Premio Nacional de Periodismo 2021 expresó su descontento con las autoridades quienes dan información de supuesto “progreso” o recuperación de Acapulco, pero muestran solamente interés por las “zonas de adinerados” mientras las zonas de trabajadores están, según sus palabras, abandonadas.
Señaló que las personas viven en un estado de precariedad e insalubre con animales muertos y zancudos, se ven forzados a echar cal a la basura.
Bernardino enfatizó que habitantes de Acapulco manifiestan desesperación, lo poco que tienen lo están vendiendo, afirma que se ven “buscando y hurgando en los montones de basura”. Los precios suben y para comprar lo básico, cuenta que pasa con las tortillas, caminan hasta tres kilómetros y también deben hacer fila.
Número de despensas es insuficiente; “(la gente) no sabe qué hacer”
Tardó casi tres horas esperando una despensa en la parte de la costera el miércoles 8 de noviembre; su casa se encuentra sobre la calzada Pie de la Cuesta y caminó en trayecto de una hora y media, relató durante la entrevista realizada el lunes 13 de noviembre.
Mencionó que las despensas no son suficientes para las personas que necesitan: “como cinco personas atrás de mi alcanzaron y se acabaron, la fila estaba enorme, tienes que llegar a las 4-5 de la mañana para que puedan darte una despensa. Imagínate todas esas personas que no alcanzan. En las colonias populares no hay nada, la gente tiene miedo, no saben qué hacer, lo poco que tienen lo han estado vendiendo”.
Casos de robos y delincuencia ante la situación
La delincuencia aumenta en colonias de Acapulco. Aunque las personas huyen de la ciudad, ha habido casos de allanamiento, de personas entran a casas y edificios.
Tomó fotografías de individuos saliendo de un centro comercial con pantallas, refrigeradores, electrodomésticos, cuenta que abrieron las puertas con un carro y con barretas. En esa ocasión un hombre le intentó quitar su equipo fotográfico y exigía que eliminara las fotografías que tenía suyas en las que aparecía con un refrigerador.
La gente se está yendo de Acapulco, advirtió Bernardino, por la presencia de la delincuencia: “Cerca de la casa de mi madre también se metieron un edificio (…) se llevaron todo, las pertenencias de valor que tenían en ese edificio de cuatro niveles”.
Este caso pasó el viernes 27 de octubre. Bernardino mencionó cómo incluso en muchas colonias estaban colocando barricadas para que ya no pudieran entrar en vehículos, porque se estaban introduciendo a las viviendas.
Bernardino comenta que por la falta de ayuda, son las personas quienes se apoyan entre ellos, se organizan para ir a comprar comida, entre vecinos se llevan láminas, recogen las calles y lo que encuentran tirado y roto, Bernardino mencionó que por la basura en las calles ni siquiera las patrullas o lo vehículos con despensas pueden pasar a las colonias.