Un equipo de investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrolló un Sensor Urbano que utiliza inteligencia artificial y tecnología de punta para mejorar el monitoreo de la calidad del aire en zonas urbanas.
El dispositivo mide en tiempo real monóxido de carbono (CO) y partículas PM2.5 y PM10, permitiendo obtener datos precisos sobre la contaminación a nivel peatonal. Su diseño compacto y de bajo costo facilita su instalación en el transporte público, complementando las estaciones fijas de monitoreo ambiental.
Un desarrollo con impacto en la salud pública
El sensor fue creado por Roberto Zagal Flores, investigador del IPN y jefe del Laboratorio de Datos Urbanos, junto con Ángel Alexandro Ruiz Enríquez, estudiante de maestría en Cómputo Móvil. El proyecto contó con la colaboración de Simone Mora y Fabio Duarte, científicos del Senseable City Lab del MIT.
La base tecnológica utilizada es Flatburn, una plataforma de código abierto del MIT, que los investigadores del IPN adaptaron con sensores avanzados y paneles solares para mejorar su rendimiento.
Las pruebas iniciales se realizaron en autobuses que operan entre el Metro La Raza y la Escuela Superior de Cómputo (ESCOM), en la Ciudad de México, con el objetivo de medir la contaminación en puntos clave de movilidad peatonal.
Tecnología escalable con potencial de patentamiento
El sensor fue diseñado en módulos, lo que permite agregar nuevas funciones, como cámaras térmicas para detectar variaciones de temperatura o sensores adicionales para medir dióxido de azufre y nitrógeno.
Este proyecto forma parte del Fondo Misti del MIT, una iniciativa que fomenta la colaboración entre científicos de distintas naciones para abordar desafíos globales como la sostenibilidad y la salud ambiental.
“Coincidimos en que la Ciudad de México necesitaba esta tecnología para recopilar datos de calidad del aire a nivel peatonal”, explicó Zagal Flores.
Con inteligencia artificial y software avanzado, el Sensor Urbano del IPN busca convertirse en una herramienta clave para la toma de decisiones ambientales, apoyando la creación de Ciudades Saludables e Inteligentes en México.
