Los dinosaurios vivos que habitan entre nosotros: las aves

¿Sabías que las aves son descendientes directos de los dinosaurios? Te contamos más sobre su relación.

La evolución es un proceso natural en el que los seres vivos se desarrollan para relacionarse con sus condiciones a lo largo del tiempo, algo que les ha permitido sobrevivir y adaptarse durante su existencia.

Hay especies que fueron desapareciendo durante la evolución, sea un proceso natural o con la intervención del hombre, pues ahora existen muchas especies en peligro de extinción que han sido empujadas debido a los cambios en su ambiente, como la caza furtiva, la inserción de especies invasoras o la toma de hábitat que provoca que las especies tengan que migrar para sobrevivir.

Así como nosotros hemos evolucionado y descendemos del mono, existen especies en las que su descendencia proviene de los primeros seres vivos que habitaron el planeta hace millones de años, como son los dinosaurios.

Las aves, descendientes de dinosaurios

Descubrimientos paleontológicos de la última década han arrojado que muchos dinosaurios no voladores que estaban cubiertos de escamas en realidad tenían plumas que recubrían total o parcialmente su cuerpo.

Esto ha ayudado al desarrollo de dos hipótesis: por un lado que las plumas no aparecieron para ayudar a volar, sino que cumplían otra función y por otro lado, que las aves son un grupo proveniente de los dinosaurios.

Se ha encontrado de que el esqueleto de los dromaeosaurios comparte grandes similitudes con el Archaeopteryx, conocida como el ave más primitiva. Comparte formas como la de las extremidades delanteras y de la cadera, algo no visto en otro grupo de animales.

Esto sucedió en 1999 cuando se descubrió el fósil de un dromaeosaurio con plumas en rocas del periodo Cretácico inferior del noroeste de China. Ese fósil sugiere que otros domaeosaurios, como el Velociraptor, tendrían plumas que no cumplían la función de volar.

Evolución de los dinosaurios

En un principio, los científicos creían que las aves provenían de reptiles no estrechamente relacionados con los dinosaurios, pero gracias a la investigación y los descubrimientos de hallazgos, se ha encontrado que las aves son descendientes de un grupo particular de dinosaurios. Ahora se sabe que tenían plumas por una u otra razón.

El origen de las aves se encuentra originalmente en un tipo de dinosaurios llamados manirraptores, los cuales tenían antebrazos y dedos alargados, así como la aparición de un hueso de la muñeca de forma semilunar y la presencia de plumas complejas en brazos y cola. Estas características no les otorgaban la habilidad de volar ya que las extremidades eran demasiado débiles en relación con su cuerpo, además, caminaban en posición erguida.

Un subgrupo de ellos llamado paraves habrían desarrollado las extremidades anteriores hasta convertirse en alas primitivas y derivaron en la migración del hueso púbico trasero hasta una posición que colocaba la cola al mismo nivel horizontal que la columna vertebral.

De esta manera, su desarrollo evolutivo les permitió mantener esa estructura corporal sobre dos patas por lo cual debieron desarrollar huesos más ligeras donde se cree que en un principio fueron animales arborícolas que planearan de un árbol a otro y usaran las plumas como un mecanismo para mantener el equilibrio aunque solo se mantiene como una teoría.

Las primeras aves

Se cree que las primeras aves modernas aparecen apenas hace un millón de años antes de la extinción de los dinosaurios. Se trata de un ave llamada Asteriornis maastrichtensis, la cual fue descubierta en el 2020. Esta ave se parecía remotamente a una mezcla de pato y gallina, por lo que le apodaron “el pollo maravilla”.

Estas aves ya presentaban plumas para volar, así como de una estructura ósea que le habría ayudado a volar. Un rasgo clave para la supervivencia de las aves en la actualidad fue el desarrollo de picos largos y duros con capacidad de perforar para romper cáscaras de frutos.

Esto ayudaría a explicar por qué ciertas aves primitivas con picos que no contaban con estas adaptaciones terminaron extinguiéndose. Las aves así sobrevivieron al tiempo y sus condiciones y se adaptaron a como las conocemos en la actualidad. Se estima que hay al menos 50.000 millones de individuos de casi 10.000 especies distintas.

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