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Ciencia

Mitos y creencias sobre sismos en septiembre: lo que dice la ciencia

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En México, cada septiembre vuelve la pregunta: ¿se repetirá un gran sismo? A casi cuatro décadas del terremoto del 19 de septiembre de 1985, persisten mitos y creencias que asocian este mes con la ocurrencia de movimientos telúricos.

Entre las ideas más difundidas están las “nubes aborregadas”, el calor o la lluvia como presagio, e incluso que los temblores son un castigo divino. En redes sociales circulan también versiones sobre una supuesta “ley de atracción” o la periodicidad de 30 años.

El investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, Raúl Valenzuela Wong, explicó que estos mitos no tienen sustento.

“Son sucesos que se producen a decenas de kilómetros de profundidad… el calor, el frío o la lluvia no inciden para generar algún movimiento telúrico”, afirmó.

Valenzuela aclaró que si bien han ocurrido sismos significativos en septiembre, como los de 1985, 2017 y 2022, también se han registrado en otros meses: el “sismo del Ángel” en julio de 1957, o los de febrero de 2018 y junio de 2020.

“La posibilidad de que acontezca uno importante está presente en cualquier momento, y no limitada a determinado mes”, puntualizó.

Otra creencia común es que los perros pueden anticipar temblores. Julio Velázquez Rodríguez, titular de la Unidad de Búsqueda y Rescate K9 de la UNAM, explicó que los animales perciben vibraciones mediante su sensibilidad auditiva, pero “de manera limitada”, sin capacidad para alertar con antelación.

Velázquez, con más de 25 años en labores de rescate, recalcó que no cualquier perro puede desempeñarse como K9.

Se requiere selección zootécnica y entrenamiento especializado. Subrayó que, más allá de creencias esotéricas, “la prevención no solamente tiene que venir de las estructuras institucionales o de gobierno, sino de manera personal”.

Los especialistas coinciden en que aún no es posible predecir sismos. El reto científico, apuntan, está en contar con más mediciones en tiempo real y monitoreo constante con GPS.

Con información de la UNAM.

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