Entre el 15 y el 21 de mayo, Groenlandia registró un ritmo de deshielo 17 veces mayor al promedio histórico, como consecuencia de una ola de calor extrema, informó la red científica World Weather Attribution (WWA).
El derretimiento fue comparado con los registros entre 1980 y 2010, lo que muestra un cambio drástico en el comportamiento climático del Ártico.
Friederike Otto, experta en Ciencias del Clima del Imperial College de Londres, explicó que esta ola de calor tuvo un impacto directo: “La contribución del deshielo de Groenlandia a la subida del nivel del mar es mayor de lo que habría sido sin esta ola de calor”.
Temperaturas sin precedentes también en Islandia
Islandia vivió temperaturas de hasta 26 ºC el 15 de mayo, un nivel sin precedentes en esta isla cercana al Círculo Polar Ártico. Según la WWA, la temperatura superó en más de 13 ºC la media de las máximas diarias de mayo, en comparación con el periodo 1991-2020.
El 94% de las estaciones meteorológicas islandesas rompieron sus récords en ese mes.
Aunque se han registrado olas de calor más intensas en el pasado en ambos territorios, estas solían ocurrir más avanzado el verano, en julio o agosto.
“Sin cambio climático, [la ola de calor de mayo] habría sido imposible”, subrayó Otto.
En el este de Groenlandia, las temperaturas aumentaron 3.9 ºC respecto al clima preindustrial, lo cual aceleró el deshielo en la superficie.

Riesgos para infraestructuras y salud
El deshielo afecta directamente a las infraestructuras diseñadas para el frío, según explicó la WWA. Carreteras y edificios sufren daños por inundaciones provocadas por el deshielo acelerado.
Además, el calor puede alterar el ecosistema. En 2022, un evento similar derritió el permafrost, liberando metales como hierro en lagos de la región.
Las consecuencias también se reflejan en la vida diaria de las comunidades indígenas de Groenlandia, donde el cambio en las condiciones climáticas modifica las prácticas tradicionales de caza y complica el acceso al agua potable, debido a la falta de sistemas de tuberías en zonas rurales.
¿Qué pasará si no se frena el calentamiento global?
Si la temperatura global alcanza un aumento de 2.6 ºC respecto al nivel preindustrial —lo que se espera para el año 2100 si no se reduce el uso de combustibles fósiles—, las olas de calor como la de mayo serían aún más intensas, alertó la red científica.
El Ártico se está calentando cuatro veces más rápido que el promedio global, según datos de la revista Nature, lo que multiplica el impacto de estos eventos en el clima mundial.
Con información de AFP