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Deportes

Caos rumbo a Lima: despedida del Flamengo termina en disturbios

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La caravana del Flamengo rumbo a Lima, sede de la Final de la Copa Libertadores ante Palmeiras, desató una multitudinaria despedida en Río de Janeiro que terminó empañada por choques entre aficionados y la policía en el aeropuerto internacional.

 Fiesta desbordada desde el Ninho de Urubu.

Miles de seguidores iniciaron la celebración en el centro de entrenamiento, donde arrancó la caravana de dos autobuses.

El ánimo venía impulsado por el empate 1-1 ante Atlético Mineiro, que dejó al Flamengo necesitado solo de una victoria en los dos partidos restantes para asegurar el título del Brasileirao, escenario que también avivó su deseo de llegar a la Copa Intercontinental.

Durante el trayecto, varios aficionados se subieron al techo del autobús y abrieron la tapa de ventilación para intentar ingresar. Las escenas fueron difundidas por los propios jugadores: Jorginho grabó múltiples videos desde dentro del vehículo y Saúl Ñíguez ironizó en redes sociales sobre la situación.

Los futbolistas, al ver que el espacio reducido podía causar una tragedia, evitaron que los seguidores continuaran entrando.

La caravana avanzó lentamente debido a la marea rojinegra que tomó las calles. Los autobuses llegaron al aeropuerto con abolladuras y una ventana rota tras el recorrido.

Al alcanzar los accesos del Terminal de Cargas, donde la policía mantenía un retén para impedir que los aficionados ingresaran, la tensión escaló.

Choques con policías en el aeropuerto.

Los agentes usaron gas lacrimógeno, balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a los seguidores.

Algunos aficionados respondieron con agresiones y se registraron empujones y caos generalizado. Medios locales reportaron que al menos una docena logró meterse al autobús por el techo durante el recorrido.

Las autoridades no informaron cifras oficiales de heridos o detenidos.

Aunque el tradicional “AeroFla” mostró nuevamente el poder de movilización de la afición, la despedida quedó marcada por los disturbios que opacaron lo que debía ser una fiesta previa al viaje.

Flamengo partirá a Lima para disputar la Final en el estadio Monumental, en un enfrentamiento brasileño que continúa la hegemonía del país en la Libertadores desde 2019, periodo en el que Flamengo y Palmeiras han ganado dos títulos cada uno.

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