Después de más de una década sin levantar el trofeo de clubes más importante de la región, Cruz Azul regresó a la cima con una victoria tan contundente que hasta los del América tuvieron que aplaudir… con la mano temblorosa.
El equipo celeste se proclamó campeón de la Copa de Campeones de la Concacaf 2025 tras golear 5-0 al Vancouver Whitecaps, demostrando que sí se puede escribir “Cruz Azul” y “título internacional” en la misma oración sin causar risa.
La final se jugó en la Ciudad de México el sábado, y fue tan dispareja que el entrenador rival no tuvo más remedio que rendirse en elogios.
“Cruz Azul fue simplemente mejor en todos los aspectos”, dijo Jesper Sorensen, técnico del Vancouver, mientras intentaba entender en qué momento su equipo se convirtió en sparring.
De la pesadilla al podio
Lo curioso es que este triunfo llegó tras un inicio de año que olía más a drama que a festejo. En enero, Cruz Azul apenas figuraba como sexto en el ránking de clubes de Concacaf.
Para abril ya estaba despachando a gigantes como el América y Tigres. Sí, ese América al que eliminó en cuartos, y que, se supone, era el favorito.
Todo eso lo logró bajo la dirección de Vicente Sánchez, un técnico que hace seis meses entrenaba a los Sub-23 y al que pocos conocían fuera de Uruguay.
Cuando el argentino Martín Anselmi los dejó colgados por el Oporto apenas comenzado el torneo local, parecía que todo se vendría abajo. Pero spoiler alert: no fue así.
Sánchez tomó las riendas, hiló una racha de 19 partidos sin perder y metió al equipo a la final con paso firme.
En semifinales de la LigaMx no pudieron con el América (otra vez ellos), pero en la Concacaf ofrecieron su mejor versión. Tan buena, que el técnico terminó arrodillado y con lágrimas en los ojos pitarse el final.
Mier y Sepúlveda, los inesperados héroes
Entre las sorpresas del torneo, destacan dos nombres: Kevin Mier, el portero colombiano que pasó de villano a héroe en dos semanas, y Ángel Sepúlveda, un delantero mexicano de 34 años que nadie veía venir.
Mier fue elegido mejor portero del torneo. Aunque hace poco lo señalaban por un error en semifinales del torneo local, en la Concacaf dejó su portería en cero en cuatro partidos y se llevó el Guante de Oro. ¿Redención? Más bien un portazo a las críticas.
Sepúlveda, por su parte, terminó como goleador del campeonato con nueve tantos y fue nombrado el mejor jugador. Dos de esos goles los marcó en la final. “Nos tocó sufrir, pero el equipo se merecía esto”, dijo con la serenidad de quien sabe que ya se ganó su estatua imaginaria en el Estadio Azul.
Un título, tres boletos
Con la victoria, Cruz Azul no solo empató al América como máximo ganador de la Concacaf (con siete títulos), también amarró su pase a la próxima Copa de la Concacaf, a la Copa Intercontinental 2025 y al Mundial de Clubes 2029.
No se sabe si Vicente Sánchez seguirá en el banquillo, pero al menos ya puede presumir que devolvió la gloria a un equipo que llevaba 11 años esperando algo así.
Y lo hizo sin refuerzos millonarios, sin drama de vestidor… y, sí, también sin Cruzazulearla.
Con información de AFP