Oscar Hurtado, graduado en física por la UNAM, es un ejemplo de cómo la pasión y la determinación pueden abrir nuevas oportunidades en el mundo del deporte, incluso en el apasionante mundo del béisbol.
Aunque su sueño de convertirse en jugador profesional no se materializó inicialmente, encontró su camino como analista en los Rangers de Texas, contribuyendo al equipo campeón de las Grandes Ligas.
El béisbol, conocido como el “pasatiempo nacional” en Estados Unidos, es un deporte que requiere tanto habilidades físicas como mentales, además del aspecto atlético, estratégico y técnico.
Asimismo, el deporte ha evolucionado para incluir el análisis de datos y el uso de la tecnología, lo que ha creado nuevas oportunidades para profesionales como Hurtado.
Su historia refleja cómo la perseverancia y la adaptabilidad pueden llevar al éxito incluso en tiempos difíciles, como durante la pandemia por Covid-19, cuando decidió ampliar sus conocimientos realizando micromasters en ciencia de datos y finanzas.
De la UNAM a los Rangers
Este impulso lo llevó a convertirse en un activo invaluable para los Rangers, demostrando que el mundo del béisbol va más allá del juego en el campo.
Pero Hurtado no está solo, Sergio Núñez Mendoza, otro egresado de la UNAM, ha encontrado su nicho como data caster para los Diablos Rojos del México.
Su trabajo es fundamental para brindar estadísticas en tiempo real durante los juegos, demostrando cómo la formación universitaria puede tener un impacto significativo en el ámbito deportivo.
Ambos ejemplos muestran cómo el talento y la dedicación de los estudiantes universitarios pueden trascender fronteras y disciplinas, destacando la importancia del aprendizaje continuo y la versatilidad en el mundo profesional del béisbol.