Quién mejor que el chef y enólogo Domenico Lamboglia para ayudarte a identificar un buen vino con 5 sencillos tips.
1. Equilibrio
La primera de las condiciones que debe cumplir un buen vino es el equilibrio. El equilibrio es la relación entre cuatro elementos esenciales del vino: el dulzor, la acidez, el tanino y el alcohol. Un vino es equilibrado cuando ninguno de ellos predomina sobre otro.
La mayoría de los vinos pueden parecer equilibrados a mucha gente, el secreto para saber si algún elemento desentona es acompañar el vino con comida. El vino equilibrado acompaña perfectamente la mayoría de platos.
2. Longitud
La longitud es un término que se usa para describir un vino a lo largo de todo el paladar. Un vino de buena longitud, o largo, es el que imprime todo su sabor en la lengua y cavidad bucal, es intenso, y su sabor perdura después de haberlo tragado. Un vino corto es aquel produce una gran impresión al comienzo pero rápidamente pierde intensidad.
3. Profundidad
Decimos que un vino tiene profundidad cuando no es plano en boca y unidimensional en el paladar sino que, en cambio, parece tener capas de sabor. Un vino plano nunca podrá ser un gran vino. Si el equilibrio es la relación entre los elementos principales del vino, la profundidad es su presencia.
4. Complejidad
Un vino complejo sigue descubriéndonos siempre una nueva impresión o un nuevo sabor a cada trago, y estos vinos se consideran de mejor calidad.
5. Carácter
Un vino con carácter es aquel, que al igual que las personas, refleja una característica personal, normalmente procedente del terruño.
Un vino con carácter refleja su marcada tipicidad por sus variedades de uvas, por sus regiones, por sus aromas, por su mineralidad.
Tomen vino moderadamente y disfrútenlo con su comida favorita. Con moderación, un buen vino incluso puede ser bueno para tu salud.