Los adultos mayores han tenido que migrar al uso de la tecnología en distintos rubros de su vida cotidiana, más allá del WhatsApp y el Facebook, incluso el Tik Tok, ahora la necesidad está en también hacer uso de las aplicaciones bancarias.
Para lograr que nuestros cabecitas de algodón usen su app del banco y obtengan los beneficios que ofrecen, hay que generar un acompañamiento constante en el proceso, ya sea con un familiar o persona de confianza que desde la configuración del equipo o dispositivo puedan dar esa bienvenida tecnológica.
Otra de las claves es la generación de una guía o diagrama de flujo en donde, paso a paso se explique el proceso. Para esta guía serán útiles los screenshots o capturas de pantalla y las explicaciones puntuales, “pícale aquí, verás esto, escribe la contraseña en este rectángulo…”
No corran, las aplicaciones, sobre todo las bancarias pueden tener procesos complejos, pero es importante que cada una de ellas se aprenda de apoco, por ejemplo: practiquen entrar a la sesión una y otra vez, luego pasen a la consulta del saldo, una vez dominadas, ahora sí, las que siguen.
Aclaren dudas todo el tiempo, sin burlas, sin mal humor, con mucha paciencia y siempre tomando en cuenta que la tecnología en cualquier momento nos puede jugar una mala experiencia al quedarnos con la duda más sencilla.
Por último, ¡atentos a la ciberseguridad!, se recomienda concientizar a los adultos mayores, para que no salga nadie con que a Chuchita la bolsearon y no caigan en estafas por dar clic a enlaces sospechosos que pueden llegar a través del correo, SMS, o redes sociales.
Todo se puede, solo hay que tener ganas de romper barreras tecnológicas.