Economía informal en México: crece, se transforma y sigue moviendo millones

Aunque no siempre se ve, la economía informal sigue siendo uno de los motores más grandes del país.

Según el más reciente reporte del INEGI (MEITEF, diciembre 2025), este sector generó un Valor Agregado Bruto (VAB) de más de 6 billones de pesos durante el segundo trimestre de 2025 —y sí, creció 1.9 % en comparación con el año pasado.

¿Eso qué significa? Que miles de personas que trabajan fuera del sistema formal —desde vendedores ambulantes hasta empleados sin seguridad social— siguieron produciendo y moviendo dinero, incluso sin estar registradas oficialmente.

¿Dónde creció más la informalidad?

Los estados con más impulso fueron Ciudad de México (5.6 %), Guanajuato y Baja California Sur (5.5 %), Tamaulipas (5.3 %) y Coahuila (4.5 %).

En cambio, algunos lugares vieron una baja importante, como Campeche (-12.4 %) y Quintana Roo (-6.1 %), donde la actividad turística todavía muestra altibajos.

En total, el sector informal (negocios sin registro legal) representó el 57.2 % de toda la economía informal, y creció 3.5 %.

Mientras tanto, las “otras modalidades” —personas que trabajan en empresas formales pero sin prestaciones— se mantuvieron sin cambios.

Más empleos, aunque sin seguridad social

El reporte también reveló que hubo 16.8 millones de puestos remunerados en la economía informal, un aumento de 2.1 % respecto al año pasado. Las mayores alzas se registraron en la CDMX (6.5 %), Sinaloa (6.2 %), Tamaulipas (6 %) y Coahuila (5.2 %).

Detrás de esos números hay millones de personas que viven al día, muchas veces sin seguridad social, vacaciones o aguinaldo.

Buenas noticias: más ingresos

Y no todo son cifras grises. Las remuneraciones (es decir, lo que ganan quienes trabajan en la informalidad) subieron 8.8 % a nivel nacional. Los aumentos más fuertes se dieron en Tamaulipas (15.2 %), Yucatán (12.8 %), Querétaro (12.7 %), Guanajuato (12.6 %) y Aguascalientes (11.9 %).

Aunque el crecimiento salarial no siempre equivale a estabilidad, sí muestra que la economía informal también responde a la dinámica productiva del país.

La economía informal es enorme, diversa y vital. Desde la señora que vende tamales hasta el repartidor independiente o la persona que da clases particulares, todos forman parte de este entramado que, aunque no cotiza en el IMSS, sigue sosteniendo buena parte del consumo y el empleo en México.