La economía mundial se encamina a pasos agigantados hacia una recesión. Sin embargo, los estadounidenses perciben su economía desde la bolsa de valores y el empleo, y no a partir del crecimiento del producto interno bruto (PIB) y de la tasa de inversión.
Al participar en la conferencia “Las guerras comerciales de Estados Unidos”, Óscar Ugarteche Galarza, integrante del Observatorio Económico Latinoamericano (ObELA), perteneciente al Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, afirmó que la rivalidad entre la Unión Americana y China es un tema polémico; a partir de octubre de 2018 el comercio internacional dio un vuelco y hoy la tasa de crecimiento y la economía mundiales están a la baja.
El conflicto comercial entre esas naciones es una guerra cuyo propósito es desplazar al enemigo. “Sin embargo, los estadounidenses están perdiendo la competencia tecnológica en sectores de importancia como las telecomunicaciones”, dijo.
El objetivo político es que China deje de ser líder y sus empresas desaparezcan, pues representan una amenaza para el liderazgo estadounidense.
Ugarteche Galarza indicó que existe la falsa creencia de que EU está muy bien y que China sufre una grave crisis económica y tiene una burbuja crediticia que reventará.
No obstante, resaltó que la gasolina refinada es el principal producto de exportación de la Unión Americana, mientras que el gigante asiático exporta tecnología limpia, baterías de litio y autos eléctricos.
En este último rubro, el vecino del norte produce automóviles a gasolina, “caros y malos”, mientras que China fabrica dos tercios de los autos eléctricos que se comercializan en el mundo, con tecnología y marcas propias.
Por último, Ugarteche subrayó que “cuando el costo interno sea mayor que el beneficio para una de las partes en conflicto, éste terminará con la derrota para una de las partes”.