La Agencia estadounidense de Aviación Civil (FAA) investiga denuncias de un ingeniero de Boeing que señala que los modelos 787 Dreamliner y 777 tienen defectos de montaje que amenazan la seguridad, informaron fuentes oficiales el martes.
“Los reportes voluntarios sin temor a represalias son un componente crítico de la seguridad de la aviación”, expresó la FAA.
La agencia confirmó la investigación luego de un artículo del diario The New York Times que describe los señalamientos del ingeniero, con más de 10 años en la compañía.
“Investigamos en profundidad todos los señalamientos”, indicó la FAA.
El diario reportó que un ingeniero identificado como Sam Salehpour contactó a la FAA para señalar que la forma en que son montadas las diferentes secciones del fuselaje del Dreamliner podrían debilitar al avión con el tiempo.
El ingeniero, según el NYT, afirma que estas secciones “están incorrectamente unidas y podrían separarse en pleno vuelo luego de miles de vuelos”.
Sam Salehpour, según un comunicado de sus abogados, acusa a Boeing de ignorar de forma reiterada sus preocupaciones sobre seguridad y control de calidad en la fabricación del 787 y 777.
El fabricante rechazó las acusaciones. “En el caso de la flota en servicio, análisis amplios de Boeing y la FAA determinaron que no hay preocupaciones actualmente sobre la seguridad de vuelo” de estos aparatos, sostuvo la empresa.
Se trata de acusaciones “infundadas”, añadió la compañía, en el ojo de la tormenta por una serie de incidentes entre los cuales el más sonado recientemente fue el desprendimiento de una puerta ciega de un avión de Alaska Airlines en pleno vuelo. El 737 MAX tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia.
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