La economía mexicana se frena en el tercer trimestre de 2025

¿Te ha pasado que vas bien con tus finanzas, y de repente llega un gasto inesperado que te desajusta todo? Bueno, algo así le pasó a la economía mexicana entre julio y septiembre de este año.

De acuerdo con la Estimación Oportuna del PIB (EOPIBT) publicada por el INEGI, el Producto Interno Bruto cayó 0.3% en comparación con el trimestre anterior, y también 0.3% frente al mismo periodo de 2024. En palabras sencillas: la economía se desaceleró, y eso rompe con la racha de crecimiento moderado que traía el país.

¿La causa principal? La industria. Las llamadas actividades secundarias (como la construcción, manufactura, minería y energía) se contrajeron 1.5% trimestral y 2.9% anual. Es decir, las fábricas y las obras públicas o privadas bajaron el ritmo, y eso jaló hacia abajo al resto de la economía.

Te recomendamos leer: 5 datos clave de la balanza comercial de México

Pero no todo son malas noticias: el campo mexicano fue el que “salvó la tanda”. Las actividades primarias (agricultura, ganadería, pesca y forestales) crecieron 3.2% en el trimestre y 3.0% en el año. Un dato fuerte, sobre todo considerando que este sector suele ser más pequeño, pero muy sensible a las condiciones climáticas y de precios.

Los servicios (comercio, transporte, educación, salud y turismo, entre otros) tuvieron un respiro leve: 0.1% de crecimiento trimestral y 0.9% anual. Así que no cayeron, pero tampoco lograron compensar el bajón industrial.

Aun con la contracción, si se toma el acumulado de los primeros nueve meses de 2025, el PIB todavía muestra un crecimiento de 0.5% frente al mismo periodo del año pasado. Pequeño, pero crecimiento al fin.

El dato del INEGI es “oportuno”, es decir, preliminar. Se elabora con información de los dos primeros meses del trimestre y modelos estadísticos para estimar el tercero. Luego, cuando haya datos más completos, se ajustará (como cuando haces un presupuesto y luego comparas con los gastos reales).

En resumen: la economía mexicana no se desploma, pero sí se enfría. Y el enfriamiento viene del sector industrial, mientras que el campo y los servicios apenas mantienen encendido el motor.