México abre espacio a la agroindustria de Brasil; productores alertan riesgos
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que México abrirá su mercado agrícola a Brasil, como parte de los acuerdos alcanzados en el Foro Empresarial México–Brasil y en el marco de su primer informe de gobierno.
El pacto incluye la ampliación de cupos de importación agrícola y la autorización para que más plantas cárnicas brasileñas vendan en el país. Aunque la medida busca contener precios y apoyar la lucha contra la inflación, organizaciones de productores advierten que puede afectar la soberanía alimentaria.
Analistas señalan que Brasil coloca su carne y granos en México con precios competitivos gracias a mayores subsidios y producción más barata. Esto, advierten, pone en desventaja a los agricultores y ganaderos mexicanos, quienes enfrentan costos más altos y menos apoyos.
Los especialistas consideran que, aunque la estrategia puede beneficiar a los consumidores a corto plazo, en el mediano y largo plazo podría significar pérdidas de empleos rurales y una mayor dependencia de las importaciones.
De acuerdo con analistas, esta apertura no solo responde a razones comerciales. También se interpreta como un gesto político hacia Brasil, que ha respaldado a México en negociaciones internacionales y apoyos estratégicos.
Productores locales insisten en que la medida contradice el Plan México, una de las principales promesas de campaña de Sheinbaum, que buscaba fortalecer la autosuficiencia alimentaria.







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