Un nuevo informe de Oxfam, titulado “Desigualdad Inc.“, revela que los grandes monopolios dominan la economía mundial e impulsan una nueva década de desigualdad.
El informe, que analiza los datos de las 500 empresas más grandes del mundo, muestra que las empresas de los milmillonarios han monopolizado los mercados mundiales, con lo que hoy dominan las economías y nuestra vida en sociedad.
Según el informe, 7 de cada 10 de las mayores empresas del mundo tienen a un milmillonario como director general o principal accionista, quienes utilizan este control para garantizar que el poder de las empresas crezca constantemente a través de una mayor concentración del poder de mercado.
La crisis post-pandemia tuvo claros ganadores y perdedores: los hombres más ricos del mundo aumentaron sus fortunas en un 34%, es decir, en 3,300 millones de dólares más que al inicio de la pandemia, además de que sus fortunas crecen tres veces más rápido que la inflación.
Al mismo tiempo, aproximadamente 5 mil millones de personas en el mundo se empobrecieron.
Oxfam calcula que, al ritmo actual, tomaría 230 años erradicar la pobreza, pero solo una década para que una sola persona acapare un millón de millones de dólares, algo inédito en la historia de la humanidad.
Los monopolios aumentan los costos de vida
El informe muestra que los monopolios tienen un impacto negativo en la economía y la sociedad, ya que aumentan los costos de vida y disminuyen los salarios.
Durante la pandemia, las grandes empresas de muchos sectores concentrados aumentaron los precios para incrementar sus márgenes, lo que impulsó la inflación a escala global, aseguró Oxfam.
Además del aumento en el costo de vida, la concentración de poder de los monopolios ha reducido los salarios en términos reales.
Oxfam vs monopolios globales
Oxfam hizo un llamado a los gobiernos a acabar con la extrema concentración actual de la riqueza y hace un llamado de acción pública para acabar con el monopolio sobre el conocimiento y democratizar la propiedad intelectual.
También recomendaron detener la privatización de los servicios públicos y recuperar un mayor control del Estado, así como establecer impuestos permanentes sobre las grandes fortunas.
Los estudios, sostuvo Oxfam, muestran que la aplicación de medidas antimonopolio invierte estas tendencias, para reducir los precios, aumentar la creación de nuevas empresas e incrementar los salarios y el empleo de los trabajadores.
