Crecer duele, pero no hay opción, parte de las aventuras de ser un adulto independiente, con gustos muy dementes, es que toca pagar impuestos; y uno de los más importantes al inicio de año es el famosísimo predial.
Este impuesto existe en México junto a otro bloque de tributos anuales, según el Registro Público de la Propiedad, toda persona que posea un inmueble, o sea que en la escritura figure su nombre, deberá pagar su respectivo impuesto. Mismo que tiene el propósito de financiar obras en beneficio de los que viven en nuestro país, por ejemplo urbanización, servicios públicos, mantenimiento de instituciones.
Para saber cuánto tienes que pagar, se hace un cálculo con el valor del terreno y la construcción, a esto se le conoce como avalúo catastral, lo hace la autoridad y contempla el tipo de inmueble, niveles, superficie de terreno y construcción (por separado) y la edad del inmueble.
Ahora que ya sabes qué es y de qué va, queda pagar, puedes hacerlo al inicio del año, casi siempre hay descuentos en los primeros meses, lo importante es no dejar pasar el tiempo y evitar llegar a la morosidad.
Recuerda, ni las emociones ni los impuestos se evaden… hay que pagar lo que nos toca.
