En los últimos 100 años se tiene registro de solo dos sismos en la República Mexicana con intensidad de 8.2 grados en la escala de Richter. El primero ocurrió el 3 de junio de 1932, frente a las costas de Jalisco. El segundo fue el 7 de septiembre de 2017 en el Istmo de Tehuantepec, 133 km al suroeste de Pijijiapan, Chiapas.
Estos dos sismos fueron de mayor magnitud que el ocurrido el 19 de septiembre de 1985, con epicentro en las costas de Guerrero y que causó devastación den la Ciudad de México, el cual tuvo una magnitud de 8.1 grados en escala de Richter.
El sismo de hace un año ha tenido miles de réplicas a lo largo de la zona donde las placas tectónicas interactúan. En esta región, la placa de Cocos se desplaza por debajo de la placa de Norteamérica y Caribe.
Apoyos que no llegan
El movimiento sísmico dejo casi un centenar de víctimas mortales en los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco.
Además, de acuerdo con el Censo levantado por la SEDATU hubo más de 100 mil viviendas dañadas por el sismo -65 mil en Oaxaca y 46,773 en Chiapas- de las cuales cerca del 30% fueron pérdida total y el resto tuvo daños parciales.
Para la reconstrucción de viviendas en estos dos estados se destinaron del Fondo de Atención de Desastres Naturales (FONDEN) la suma de 2 mil 994 millones de pesos.
Para las viviendas con daños parciales, a través de BANSEFI se dispuso de un apoyo de 30 mil pesos que se dividió en dos mensualidades; para las viviendas con pérdida total se entregarían 120 mil pesos en cuatro mensualidades.
De acuerdo con una investigación de la organización Mexicanos Unidos Contra la Corrupción, publicada en enero pasado, BANSEFI emitió múltiples tarjetas bancarias a nombre de 1,495 beneficiarios donde se depositaron al menos 68.8 millones de pesos.
Dicha organización contactó a los damnificados “duplicados”, cuyos nombres aparecen en decenas de tarjetas y encontraron que, en algunos casos, ni siquiera habían recibo al menos una tarjeta en la que se “dispersarían” los apoyos.
El titular de BANSEFI, Virgilio Andrade negó lo revelado por la investigación de la ONG y afirmó que al mes de septiembre de 2018 solo falta por entregar el 3% de los apoyos presupuestados.
Mientras, en este primer aniversario numerosos damnificados en Chiapas y Oaxaca realizan marchas en reclamo de los apoyos no han llegado, especialmente para reconstruir escuelas y viviendas. Las movilizaciones se realizan en localidades como Juchitán, Tehuantepec, Matías Romero e Ixtaltepec, entre otras.
Reconstrucción a largo plazo
El titular de la Secretaría de las Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra), Fabián Herrera Villagómez, reconoció que de las 65 mil vivienda afectadas, en 41 municipios de la región del Istmo de Tehuantepec, han concluido las obras en 3 tres mil casas, otras 19 mil están en proceso y 3 mil 800 casos aún no han comenzado trabajos.
De continuar la tendencia de reconstrucción con los datos aportados por Sinfra, la reconstrucción en Oaxaca demoraría más de una década.
