La organización Amnistía Internacional pidió que las fuerza armadas rusas enfrenten cargos penales, al presentar pruebas contundentes de la serie de crímenes de guerra cometidos por el ejército de aquel país al noroeste de Kiev, en Ucrania.
Durante 12 días, la organización documentó diversos testimonios de personas en Bucha, Borodyanka y otras seis ciudades, que presenciaron o tuvieron conocimiento de primera mano sobre asesinatos ilegítimos a sus familiares y vecinos por parte de militares rusos.
El informe revela que el 1 y 2 de marzo se registraron numerosos ataques aéreos ilegales en edificios residenciales de Borodyanka, donde murieron al menos 40 personas y miles se quedaron sin hogar.
En Bucha y otros pueblos situados a las afueras de la capital ucraniana, Amnistía Internacional documentó 22 casos de homicidios ilegítimos a manos de las fuerzas rusas, la mayoría de los cuales eran aparentemente ejecuciones extrajudiciales.
La organización señala que los responsables de crímenes de guerra deben ser juzgados penalmente por sus acciones, incluyendo a los superiores jerárquicos, comandantes, líderes civiles, ministros y jefes de estado que sabían acerca de los crímenes de guerra cometidos por sus fuerzas, pero no intentaron detenerlos ni castigar a los responsables.
