Desde el último año, el nivel de las presas y el agua disponible se encuentra en estado crítico.
En las últimas semanas, las palabras agua, crisis, Cutzamala y sequía se han convertido en temas de conversación en noticias y redes sociales, donde muchos internautas se preguntan ¿qué significa una crisis de agua en México? ¿esto en qué nivel nos afecta?. Existe mucha información cruzada y pocas rutas claras.
Hablemos de lo que sí es un hecho: México enfrenta una escasez de agua y una sequía que ha afectado gran parte del país, desde el noroeste hasta el centro de nuestro territorio, se enfrenta a sequías que van desde leves hasta severas, y en donde gran parte de las presas se encuentran a menos del 40% de su capacidad.
Una sequía anunciada
La escasez de agua tiene mayor incidencia en época de estiaje, que comprende las temporadas de noviembre a inicios de las lluvias de verano donde las lluvias son escasas o nulas durante estos meses.
Desde los últimos años el aumento de las temperaturas, la reducción de las precipitaciones y el inminente cambio climático han propiciado que la temporada de lluvias comprendida a mediados de año hasta inicios de noviembre haya disminuidos de manera significativa.
Con datos proporcionados por la Conagua para junio de 2023 llovió 61% menos comparado con los años comprendidos de 1991 a 2020.
Las cada vez más severas olas de calor que comienzan desde marzo han promovido que las precipitaciones no recuperen el nivel requerido para el consumo de las presas, con lo que año con año, el porcentaje con el que cuentan las presas del país se encuentra a niveles más críticos.
La falta de agua no es algo nuevo, en varias partes del área metropolitana de la Ciudad de México la caída de agua sucede solo una vez al día con suerte, y en otros la falta de agua ya es un pan de cada día.
Se acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), del 93% de los hogares que cuentan con servicio hídrico, el 33% de las viviendas con acceso a agua no cuentan con un suministro continuo, lo que provoca que las personas recurran al ahorro, recolección de agua, gastos adiciones en compra de pipas o agua embotellada.
Las contradicciones del agua
A pesar de que el país enfrenta su mayor crisis como nunca antes vista, para el año 2020 México lideró a nivel mundial el consumo de agua embotellada, lo que implica que, a pesar de la escasez, la venta de agua sigue a la alza.
Esto puede parecer problemático pero es una consecuencia a una sobredemanda que las propias refresqueras y empresas con concesiones de agua han causado, aumentar la demanda para continuar la oferta.
Mientras se hace concientización del ahorro de agua, las empresas continúan con el saqueo continuo del vital líquido, por lo que medidas individuales solo aportan un mínimo de ayuda, a diferencia de las grandes corporaciones que no implementan cambios para un consumo responsable.
Aunado a ello, la industria agropecuaria obtuvo en el 2020 hasta el 76% del total del agua concesionada para riego de cultivos y ganaderías, lo que también contribuye a que el abasto de agua sea ineficiente.
El llamado ‘día cero’
En los últimos días la conversación del llamado ‘día cero’ se han centrado en esas palabras que pueden causar pánico de quien las escucha. Poco se conoce del término y algunos países lo han mencionado, como la Ciudad del Cabo en Sudáfrica o Sao Paulo, en Brasil.
El día cero se considera cuando el suministro de agua de libre acceso termine y sea racionado, en otras palabras, es el tiempo con el que se predice que el agua tendrá duración y comenzará una época de escasez extrema, lo que adoptaría a que las ciudades necesiten modificar el consumo de agua.
En ciudades como Ciudad del Cabo en Sudáfrica, la situación extrema de falta de agua se evidenció durante la década del 2010, pero gracias a medidas adoptadas por el gobierno, se pudo revertir la llegada del ‘día cero’, por lo que políticas públicas pueden implementarse para no llegar a ese extremo.
Si bien, en México se ha difundido de la llegada del día cero en la presa del Cutzamala, todavía no se puede afirmar que exista un ‘día cero’ para la Ciudad de México, ya que algunos expertos todavía no son tan fatalistas en poner una fecha de término del agua, pero sí es necesario adoptar medidas para no llegar a esa realidad.
Entonces ¿qué se puede hacer?
Es angustiante pensar que tenemos una bomba de tiempo en las manos, pero todavía tiene solución. Es necesario que haya un esfuerzo en conjunto con las autoridades estatales y federales y que no sólo exista una campaña de concientización, sino que existan medidas ante las grandes concesiones que continúan con la sequía extrema en el territorio.
Es necesario, además, implementar un sistema efectivo que esté en constante mantenimiento, ya que las fugar son también un gran problema de gasto de agua.
Por otro lado, es necesario preservar los cuerpos de agua presentes, promover la reforestación y políticas públicas que ayuden a conservar y cuidar el agua.