¿Rondas los 50’s y empiezas a sentir bochornos, falta de energía, disminución de la libido y depresión? Tal vez la andropausia esté tocando a tu puerta.
Los hombres a finales de los cuarenta empiezan a generar menos testosterona, lo que se conoce como Andropausia; la cual a diferencia de la menopausia femenina es gradual y no es un cambio tan marcado como la pérdida de la menstruación en la mujer.
Algunos cambios de hábito pueden disminuir los síntomas.
Entre las principales recomendaciones está el vigilar el peso corporal, debido a que la obesidad tiene repercusiones en la producción de testosterona.
Una buena alimentación y realizar actividad física de manera regular coadyuvan en la disminución de los síntomas de la andropausia, aseguró el jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Miguel Escalante Pulido.
La andropausia se acentúa alrededor de los 50 años en los hombres y se caracteriza por una disminución en la producción de hormonas como la testosterona, hecho que se manifiesta con sofocamientos –bochornos–, falta de energía, disminución de la libido e incluso cambios de humor y depresión.
Miguel Escalante indicó que alrededor de los 70 años de edad, hasta 50 por ciento de los varones ya presenta una disminución dramática de esta hormona.
Esta situación puede cambiar el estilo de vida diaria porque los hombres comienzan a tener menos sueño, la fuerza muscular y la estatura disminuyen, además de presentar alteraciones emocionales. Son síntomas muy parecidos a los de las mujeres, refirió el médico del IMSS.
Para hacer esta etapa de la vida más llevadera, se recomienda cambiar a estilos de vida más saludables y no dejar de vigilar el peso corporal, toda vez que el factor de la obesidad tiene drásticas repercusiones en la producción de testosterona y por consiguiente, en el ámbito de la sexualidad.
Por tanto la principal recomendación es mantener una alimentación equilibrada y realizar ejercicio al menos tres veces por semana desde los 30 años, para contrarrestar los efectos negativos de la andropausia como la pérdida de masa muscular.